Científicos encuentran "cicatrices" en el universo que podrían hacer posible el viaje en el tiempo

La historia del universo guarda secretos fascinantes, y uno de ellos podría cambiar todo lo que sabemos sobre el tiempo. Los científicos han descubierto unas extrañas marcas en el tejido del espacio-tiempo que, como cicatrices invisibles dejadas por el Big Bang, podrían ser la clave para viajar al pasado. Todo comenzó hace 13.800 millones de años, cuando el universo era un lugar muy diferente al que conocemos.Según explican desde Popular Mechanics, estas estructuras llamadas cuerdas cósmicas son increíblemente densas pero más finas que un protón. Los físicos creen que podrían usarse para crear una máquina del tiempo real, siempre que consigamos encontrarlas y aprender a manipularlas. El universo ha dejado pistas sobre sus primeros momentos de vida en estas misteriosas estructuras.Del Big Bang a la máquina del tiempoEn los instantes previos al Big Bang, el universo concentraba una energía inimaginable. La explosión dividió esa energía en las cuatro fuerzas fundamentales que conocemos: la gravedad, la fuerza electromagnética y las dos fuerzas nucleares que mantienen unidos los átomos. Este cambio brusco marcó para siempre el tejido del espacio-tiempo.El físico J. Richard Gott de Princeton lo explica con datos matemáticos: dos cuerdas cósmicas moviéndose en paralelo podrían crear un bucle en el tiempo. Y mientras otros científicos investigan las paradojas del viaje temporal, estas estructuras podrían convertir la teoría en realidad.Ken Olum, investigador de la Universidad de Tufts, ha confirmado que las matemáticas detrás de esta teoría funcionan perfectamente. El único problema es que todavía no hemos encontrado ninguna cuerda cósmica. Las señales detectadas recientemente por un equipo de científicos abren nuevas posibilidades.Los viajes espaciales tradicionales podrían durar generaciones enteras, pero las cuerdas cósmicas prometen una alternativa más directa. Henry Tye, profesor de Cornell University, las considera más prometedoras que los agujeros de gusano para conseguir viajar en el tiempo.La búsqueda de lo imposibleUn observatorio especial llamado NANOGrav estudia unas estrellas conocidas como púlsares, que funcionan como faros cósmicos emitiendo señales ultraestables. Las mediciones de 2020 mostraron algo completamente nuevo: una señal diferente a todo lo conocido que podría ser la primera evidencia de cuerdas cósmicas.Las supercuerdas cósmicas representan otro tipo de estructura relacionada con la teoría de cuerdas. Esta teoría propone que el universo tiene más dimensiones de las que podemos ver, y que todo está formado por pequeñas cuerdas vibrantes, similares a las de una guitarra, que crean las partículas fundamentales.Estas estructuras son como marcas que quedaron grabadas cuando el universo cambió drásticamente de temperatura. Su estudio podría desvelar los secretos de los primeros instantes tras el Big Bang y abrir la puerta al viaje en el tiempo. El cosmos guarda en estas estructuras las claves para entender su propio nacimiento.La velocidad supone el mayor reto para crear una máquina del tiempo usando estas cuerdas. El sistema necesitaría acercarse a la velocidad de la luz, requiriendo cantidades colosales de energía. Einstein demostró en sus ecuaciones que la energía necesaria aumenta exponencialmente con la velocidad, creando una barrera tecnológica significativa.Las cuerdas cósmicas podrían revelar secretos fundamentales sobre el origen del universo. El viaje en el tiempo ya no pertenece solo al reino de la ciencia ficción: las matemáticas demuestran su posibilidad. Los científicos continúan rastreando estas cicatrices del Big Bang que guardan la clave para revolucionar nuestra comprensión del tiempo.El artículo Científicos encuentran "cicatrices" en el universo que podrían hacer posible el viaje en el tiempo fue publicado originalmente en Andro4all.

Feb 8, 2025 - 08:58
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Científicos encuentran "cicatrices" en el universo que podrían hacer posible el viaje en el tiempo

La historia del universo guarda secretos fascinantes, y uno de ellos podría cambiar todo lo que sabemos sobre el tiempo. Los científicos han descubierto unas extrañas marcas en el tejido del espacio-tiempo que, como cicatrices invisibles dejadas por el Big Bang, podrían ser la clave para viajar al pasado. Todo comenzó hace 13.800 millones de años, cuando el universo era un lugar muy diferente al que conocemos.

Según explican desde Popular Mechanics, estas estructuras llamadas cuerdas cósmicas son increíblemente densas pero más finas que un protón. Los físicos creen que podrían usarse para crear una máquina del tiempo real, siempre que consigamos encontrarlas y aprender a manipularlas. El universo ha dejado pistas sobre sus primeros momentos de vida en estas misteriosas estructuras.

Del Big Bang a la máquina del tiempo

En los instantes previos al Big Bang, el universo concentraba una energía inimaginable. La explosión dividió esa energía en las cuatro fuerzas fundamentales que conocemos: la gravedad, la fuerza electromagnética y las dos fuerzas nucleares que mantienen unidos los átomos. Este cambio brusco marcó para siempre el tejido del espacio-tiempo.

El físico J. Richard Gott de Princeton lo explica con datos matemáticos: dos cuerdas cósmicas moviéndose en paralelo podrían crear un bucle en el tiempo. Y mientras otros científicos investigan las paradojas del viaje temporal, estas estructuras podrían convertir la teoría en realidad.

Ken Olum, investigador de la Universidad de Tufts, ha confirmado que las matemáticas detrás de esta teoría funcionan perfectamente. El único problema es que todavía no hemos encontrado ninguna cuerda cósmica. Las señales detectadas recientemente por un equipo de científicos abren nuevas posibilidades.

Los viajes espaciales tradicionales podrían durar generaciones enteras, pero las cuerdas cósmicas prometen una alternativa más directa. Henry Tye, profesor de Cornell University, las considera más prometedoras que los agujeros de gusano para conseguir viajar en el tiempo.

La búsqueda de lo imposible

Un observatorio especial llamado NANOGrav estudia unas estrellas conocidas como púlsares, que funcionan como faros cósmicos emitiendo señales ultraestables. Las mediciones de 2020 mostraron algo completamente nuevo: una señal diferente a todo lo conocido que podría ser la primera evidencia de cuerdas cósmicas.

Las supercuerdas cósmicas representan otro tipo de estructura relacionada con la teoría de cuerdas. Esta teoría propone que el universo tiene más dimensiones de las que podemos ver, y que todo está formado por pequeñas cuerdas vibrantes, similares a las de una guitarra, que crean las partículas fundamentales.

Estas estructuras son como marcas que quedaron grabadas cuando el universo cambió drásticamente de temperatura. Su estudio podría desvelar los secretos de los primeros instantes tras el Big Bang y abrir la puerta al viaje en el tiempo. El cosmos guarda en estas estructuras las claves para entender su propio nacimiento.

La velocidad supone el mayor reto para crear una máquina del tiempo usando estas cuerdas. El sistema necesitaría acercarse a la velocidad de la luz, requiriendo cantidades colosales de energía. Einstein demostró en sus ecuaciones que la energía necesaria aumenta exponencialmente con la velocidad, creando una barrera tecnológica significativa.

Las cuerdas cósmicas podrían revelar secretos fundamentales sobre el origen del universo. El viaje en el tiempo ya no pertenece solo al reino de la ciencia ficción: las matemáticas demuestran su posibilidad. Los científicos continúan rastreando estas cicatrices del Big Bang que guardan la clave para revolucionar nuestra comprensión del tiempo.

El artículo Científicos encuentran "cicatrices" en el universo que podrían hacer posible el viaje en el tiempo fue publicado originalmente en Andro4all.