Wyoming recuerda en 'El Intermedio' su infancia: "La vida era mucho más triste y todo era pecado"

Wyoming quiso comenzar su clásico monólogo de cada día en El Intermedio hablando de su infancia: "Cuando yo era adolescente, la vida era mucho más triste que ahora y todo era pecado", recordó.

"Me llegaron a poner una multa en el Retiro por estar besando a una chica. Pero lo peor de aquella época es que algunas cosas, que ahora vemos como algo normal, como ser homosexual o abortar, no solo eran pecado, también eran delito", añadió.

"Afortunadamente, la democracia fue poniendo las cosas en su sitio y la orientación sexual de cada uno o interrumpir un embarazo, se convirtieron en un derecho", aseguró.

El madrileño continuó diciendo que "hay quien no acaba de asumir que los derechos ya no los concede Dios. Por ejemplo, la organización ultra Abogados Cristianos, conocida por denunciar a todo lo que se mueve".

El presentador explicó que "esta asociación está pendiente de un caso: el de una joven de 24 años de Barcelona que solicitó la eutanasia porque, tras un intento de suicidio, las secuelas que sufre le provocan dolores insoportables incompatibles con una vida mínimamente digna".

"El padre de la joven, representado por Abogados Cristianos, se opone a que su hija reciba ese derecho y ha recurrido a los tribunales con el objeto de parar el proceso de eutanasia", apuntó el conductor del programa de La Sexta.

Wyoming afirmó que "puedo comprender el dolor de ese padre y su oposición a ver morir a su hija, pero, no podemos ni debemos comprender que una organización ultra se dedique a jugar con el dolor de una persona que, de manera reflexiva, ha decidido ejercer su derecho a no vivir más".

El madrileño señaló que "los tribunales médicos han examinado el caso y han dado su autorización de manera unánime. En España la ley de la eutanasia es muy garantista y cuando los facultativos la autorizan ya no debería tener cabida la opinión de abogados ultras".

Para concluir, Wyoming destacó que "es oportuno recordarles que la Biblia no es la Constitución y la vida no es una posesión de Dios, sino de cada uno de nosotros, y tenemos derecho a vivirla con dignidad de principio a fin".