Von der Leyen ofrece cooperación a Trump y amenaza con «explorar oportunidades» con China
Los primeros decretos de Donald Trump están siendo valorados en Davos en tiempo real, a medida que se va conociendo su contenido, para alarma y preocupación de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen , que ha aprovechado su intervención ante el Foro Económico Mundial para reconocer que «Europa ha entrado en una nueva era de dura competencia geoestratégica» y «tendrá que trabajar unida para evitar una carrera global hacia el abismo ». Ha sugerido que es probable que aumenten el uso de sanciones, controles a la exportación y aranceles y que, para que Europa mantenga su crecimiento en el próximo cuarto de siglo, debe cambiar de marcha. Tras conocer las primeras decisiones de Trump, Ursula Von der Leyen ha reiterado el compromiso europeo con la descarbonización y ha definido el Acuerdo de París, del que Estados Unidos amenaza con retirarse, como «la mayor esperanza para la humanidad» . «Europa mantendrá el rumbo y seguirá trabajando con todas las naciones que quieran proteger la naturaleza y detener el calentamiento global«, ha dicho, en un discurso en el que ha defendido también el multilateralismo y ha asegurado que en ámbitos tan diversos como el climático o la inteligencia artificial, la Unión Europea «seguirá buscando cooperación» con Washington. «No sólo con nuestros amigos de siempre, sino con cualquier país con el que compartamos intereses», dijo la democristiana alemana, tras augurar que «los próximos años serán cruciales más allá de Europa«, debido a que »todos los continentes tendrán que acelerar la transición hacia la neutralidad climática y afrontar la creciente carga del cambio climático« porque »su impacto es imposible de ignorar« y sigue »en la cima de la agenda global«. En estas declaraciones, von der Leyen va varios pasos más allá del documento acordado el pasado fin de semana en Berlín por los jefes de gobierno y de oposición del Partido Popular Europeo, reunidos en la capital alemana para aunar posiciones respecto al reto diplomático y económico que supone la nueva Administración Trump. Ha estado de acuerdo, sin embargo, en que los días en los que la UE podía confiar en la «energía barata de Rusia (...) han quedado atrás». Ha recordado que el bloque comunitario importa e l 50 % de su gas natural licuado (GNL) de Estados Unidos y ha subrayado que, a «medio plazo» la respuesta para recuperar la competitividad en lo relativo a los precios de la energía son las renovables y la nuclear. «La energía limpia es la respuesta a medio plazo, porque es barata, genera buenos empleos locales y refuerza nuestra independencia energética. Hoy en día, Europa ya genera más electricidad de fuentes eólicas y solares que de todos los combustibles fósiles combinados . Pero todavía queda trabajo por hacer«, ha dicho, justificando así la necesidad de »seguir diversificando« las fuentes de energía y »ampliando las fuentes limpias de generación a partir de renovables y, en algunos países, también de la energía nuclear «, así como invertir en las tecnologías de »energía limpia de la próxima generación, como la fusión, la geotermia avanzada y las baterías de estado sólido«. Uno de los tres pilares que señala para mejorar la competitividad europea, em materia energética, es «movilizar más capital privado para modernizar nuestras redes eléctricas y la infraestructura de almacenamiento«, conceptos todos ellos que formarán parte del plan sobre la industria limpia que Bruselas presentará en febrero. «Este es nuestro plan. Y los próximos años serán cruciales para mantenernos en la carrera de las tecnologías limpias y disruptivas. Europa tiene todo lo que necesita para lograrlo», ha intentado concluir con optimismo. Von der Leyen confía en esta receta para reivindicar la importancia de la Unión frente a modelos como el de Trump: reforzar el mercado único, abaratar los precios de la energía y completar la Unión del Mercado de Capitales, como pasos relevantes para hacer a Europa «más fuerte». «Nuestro mensaje al mundo es sencillo: si hay beneficios mutuos a la vista, estamos dispuestos a colaborar. Europa está abierta a los negocios «, ha dicho mirando a Washington, y ha mostrado su convicción de que Europa tiene que reducir sus dependencias si quiere ser un actor global importante. «Los intercambios entre la UE y EE.UU. representan el 30% del comercio mundial», ha recordado también, por lo que «hay mucho en juego para ambas partes». «Nuestra prioridad será participar rápidamente, discutir intereses comunes y estar listos para negociar. Seremos pragmáticos , pero siempre defenderemos nuestros principios y valores. Ese es el modo europeo de hacer las cosas«, ha insistido, señalando además que es válido también para la relación con China , con quien, ha avanzado, «hay que explorar las oportunidades» que ofrezca el contexto internacional. «Ninguna otra economía del mundo está tan integrada como la nuestra«, ha terminado diciendo la líder del Ejecutivo comunitario, llamando a evitar pesimismos artificiales sobre e
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