¿Una guerra comercial menos encarnizada entre EEUU y China? El mercado quiere ser optimista

La "sorpresa positiva" en el discurso de investidura de Donald Trump de este lunes fue que el presidente de Estados Unidos no arremetió contra China. Así lo creen los estrategas de mercado, que quieren ser optimistas sobre la posibilidad de que una guerra comercial entre las dos superpotencias económicas sea menos encarnizada que durante el anterior mandado del presidente estadounidense.

Jan 22, 2025 - 08:20
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¿Una guerra comercial menos encarnizada entre EEUU y China? El mercado quiere ser optimista

Trump habló el lunes de aranceles, a partir del 1 de febrero, sobre Canadá y México. También es cierto que, desde el Despacho Oval, y sin referirse explícitamente a China, amenazó con imponer un arancel del 100% a las naciones BRICS, que incluyen al gigante asiático. Además, en relación con China, señaló que los aranceles podrían ser una forma de presionar al país para que obligue a ByteDance, con sede en Pekín, a vender TikTok, cuya presencia futura en EEUU está en duda.

“Si quisiéramos llegar a un acuerdo con TikTok, y que este sea un buen acuerdo, y China no lo aprobara, entonces creo que, en última instancia, lo aprobarían porque le pondríamos aranceles a China”, dijo el mandatario. “No estoy diciendo que lo haría, pero ciertamente podría hacerlo”.

Aunque queda mucho por ver y mucho por anunciar, este arranque de mandato algo más 'tibio' en lo que respecta a China genera cierto 'optimismo' entre los estrategas, pese a que sigue dominando la cautela.

"Aunque persiste la incertidumbre sobre el momento y el alcance (de las medidas de Trump), hay indicios de que se están realizando esfuerzos para mitigar los posibles riesgos económicos", escribe Nenad Dinic, estratega de mercado de Julius Baer.

Este experto hace alusión también a la llamada telefónica que mantuvieron el pasado viernes Trump y el presidente chino, Xi Jinping, y que podría estar detrás de este tono menos beligerante del mandatario estadounidense. "La llamada ha generado optimismo sobre la posibilidad de que las tensiones entre EEUU y China no sean tan graves como se temía", afirma Dinic.

El viceprimer ministro de China, Ding Xuexiang, habló este martes desde el Foro Económico de Davos y repitió un mensaje que China lleva tiempo recalcando, que "no hay ganadores" en una guerra comercial.

Ding comenzó su discurso haciendo referencia al discurso del presidente chino Xi Jinping en Davos en 2017, que tuvo lugar pocos días antes de que Trump asumiera la presidencia de Estados Unidos. En ese momento, Xi afirmó que “practicar el proteccionismo es como encerrarse en una habitación oscura. El viento y la lluvia se mantienen fuera, pero también la luz y el aire”.

PREPARARSE PARA LO QUE VIENE

Norbert Rücker, economista jefe de Julius Baer, advierte de que el mercado debe prepararse para una "intensa actividad" proveniente de la administración Trump tras escuchar el discurso de investidura del mandatario de este lunes y conocer las órdenes que se han firmado.

En opinión de este estratega, y en línea con lo que dijo Trump sobre TikTok, lo previsible es que los aranceles se utilicen para cerrar acuerdos, "lo que generará mucho ruido y una incertidumbre temporal en el proceso". Según Rücker, la estrategia de negociación de Donald Trump sigue el enfoque de "impacto y asombro".

En cuanto a los temas más inmediatos y su repercusión, desde Julius Baer hacen alusión a cinco: impuestos, aranceles, política energética, geopolítica e inmigración.

Sobre el primero, los impuestos, recuerdan que Donald Trump prometió extender recortes fiscales que están por expirar o introducir nuevos recortes. "Estos ajustes de política son clave para las perspectivas de crecimiento y deberían respaldar el consumo y la inversión, manteniendo a la economía de EEUU cerca del territorio de sobrecalentamiento. Dicho esto, los mercados financieros, como los rendimientos de los bonos, ya han comenzado a actuar como un elemento disciplinador del presupuesto", apunta el estratega.

Sobre los aranceles, afirma que un riesgo clave para el ánimo global es el apetito desmedido de Trump por las tensiones comerciales y la disposición imprudente para amenazar e imponer aranceles. Con todo, desde Julius Baer aún ven los aranceles principalmente como tácticas de negociación para obtener lo máximo de cualquier acuerdo, y dudan que la intención final sea su imposición. "Sin embargo, si se llegan a implementar, la carga recaerá más bien en los productores extranjeros, dado el dominio del consumo estadounidense".

En cuanto a la política energética, los costes de vida son un tema prioritario en la agenda del presidente, como dejó claro en su discurso. "Sin embargo, actualmente la economía, no la regulación, dicta el suministro de petróleo y gas en EEUU. La desregulación no desencadenará un auge en la perforación", dice Rücker. Señala asimismo que la Ley de Reducción de la Inflación, de la era Biden, cuenta con un fuerte apoyo republicano, ya que la mayoría de las inversiones en energía limpia se realizan en el Medio Oeste. "Es poco probable que esta ley sea completamente derogada. Dado su respaldo popular, es posible que el tema energético sea de los primeros en la agenda, aunque los precios del combustible no han sido un problema inflacionario reciente".

Sobre la geopolítica, apunta el economista jefe de Julius Baer que los mercados de energía son el principal barómetro de la geopolítica y de los riesgos de suministro relacionados, especialmente porque el petróleo domina el comercio global y algunos países dependen enormemente de los ingresos petroleros. "Las sanciones contra Rusia, la interrupción del tránsito en Ucrania y la amplia capacidad de producción sobrante de Arabia Saudí ofrecen muchas opciones de negociación. Las gestiones para alcanzar acuerdos en Europa y Oriente Medio probablemente comenzarán de inmediato. Este proceso genera incertidumbres temporales, pero es probable que el resultado sea un mayor suministro de petróleo en lugar de menos".

Finalmente, en lo que tiene que ver con la inmigración, Julius Baer reconoce que el mayor riesgo para el crecimiento y la inflación podría ser el plan para revertir la inmigración.

"Con la fuerza laboral nativa estancada, la inmigración ha sido responsable de la mayor parte del crecimiento en el empleo. Cualquier déficit en la oferta laboral tiene el potencial de sobrecalentar la economía y reavivar la inflación. Veremos cómo el nuevo gobierno equilibra la popularidad política del tema con sus riesgos económicos", concluye.

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