Un hombre instala un radar de velocidad falso y se lleva la felicitación del alcalde de su ciudad
Este curioso caso de un ciudadano anónimo de Bezannes, localidad situada en las afueras de Reims, ha generado una respuesta positiva por parte de las autoridades locales.
Las administraciones públicas instalan radares de control de velocidad en las carreteras con el objetivo de que los conductores cumplan con los límites y con ello, reducir las cifras de siniestralidad y fallecidos en la red viaria. Estos dispositivos se utilizan de forma genérica por todos los países europeos, siendo Italia el que mayor número de radares instalados en sus carreteras, seguido muy de cerca por Francia.
Precisamente desde el estado galo ha llegado la noticia publicada por el periódico Le Parisien sobre un ciudadano de Bezannes, un pueblo ubicado en las cercanías de Reims que decidió posicionar un radar de velocidad falso con el objetivo de que los vehículos redujeran la velocidad en una calle de la localidad.
¿Qué características presenta este radar falso?
En concreto, este vecino colocó un tubo de PVC de casi 2 metros de altura que estaba cubierto con pegatinas reflectantes de color amarillo y negro. Con ello, logró que los conductores que circulaban por la avenida de Jean-Monnet de Bezannes redujeran la velocidad y cumplieran con el límite de 30 km/h.
Por otro lado, el alcalde de la localidad, Dominque Potar, llevó a cabo una felicitación pública hacia este justiciero anónimo, ya que, según sus palabras, imitó de forma correcta a un cinemómetro.
¿Qué otras medidas tiene Francia para controlar la velocidad de los vehículos?
En el país galo permiten desde el año 2018 la presencia de los coches-radar, es decir, automóviles privados que portan un cinemómetro móvil en su interior. En este caso, el gobierno francés contrata a una empresa privada, la cual se encarga de instalar los dispositivos de control de velocidad en los vehículos. Además, esta compañía es responsable de contratar a los conductores que operan estos coches durante todo el año, sin importar las condiciones climáticas ni los días festivos.
Por otro lado, cada automóvil sigue una ruta predefinida en su GPS, lo que le permite identificar los límites de velocidad y generar una sanción cuando se excede en más de 10 km/h el máximo permitido en la vía. En definitiva, esta medida ha contribuido a incrementar la recaudación por multas de tráfico, alcanzando, según estimaciones, más de 94 millones de euros en el último año.
¿Qué polémicas han surgido por el uso de estos coches-radar?
En primer lugar, muchos franceses se han quejado de que estos conductores privados a veces no cumplen con la normativa de tráfico y estacionan sus vehículos con radar en zonas prohibidas como en mitad de un arcén.
Además, también salta la polémica debido a que estos trabajadores tiene unos salarios bajos y a veces sus vehículos con radar incluido se encuentran en unas penosas condiciones.