Todos en mi familia han matado a alguien, de Benjamin Stevenson #NovelaNegra 120
Una reunión familiar con una buena colección de asesinatos de por medio. Agradable lectura para esbozar una sonrisa de vez en cuando.
Publicada en Planeta en 2023 y traducida por Víctor Ruiz Aldana, Todos en mi familia han matado a alguien es, solo por su título, todo una declaración de intenciones: sonríe, que hay crímenes de por medio. Su autor, Benjamin Stevenson, es un escritor australiano de novela negra y un cómico reconocido que hace pareja, en el escenario, con su hermano gemelo. Se presentan como Stevenson Experience y, hasta donde he sido capaz de indagar, son muy populares en Australia. Si no tienes otra cosa que hacer y no te queda lejos Australia, aquí tienes el enlace a las fechas de sus funciones.
Previamente a esta novela, ya había publicado otro par de ellas, aunque no están traducidas a español. Todos en mi familia han matado a alguien se ha convertido en un superventas. Seguramente aglutina los ingredientes necesarios: un autor mediático, una trama ingeniosa con ciertas dosis de humor y (supongo) una inteligente campaña de publicidad de por medio.
Es la primera novela protagonizada por Ernest Cunningham. Le ha seguido Todos en este tren son sospechosos. (también traducida al español). La trama, según parece, sigue jugando con una ambientación muy en la línea de una Agatha Christie traída al siglo XXI: un número relativamente reducido de sospechosos que conviven durante la mayor parte de la novela en un espacio físico también reducido. En esta novela, Stevenson adopta el rol de un escritor de libros en los que da consejos sobre cómo escribir una buena novela negra. De hecho, desde el comienzo de la obra, se nos presenta un curioso decálogo para el novelista policiaco elaborado por Ronald Knox allá por 1929 (según parece, una versión resumida de veinte leyes escritas anteriormente por Willard Huntington Wright, alias S.S. Van Dine) y del que echará mano en más de una ocasión el autor a lo largo de la novela.
- El criminal debe ser alguien mencionado al principio de la historia, pero no debe ser nadie cuyos pensamientos el lector pudo seguir.
- Todos los agentes sobrenaturales son descartados rutinariamente.
- No está permitida la existencia de más de una habitación o pasaje oculto.
- No pueden usarse venenos que no hayan sido descubiertos hasta la fecha, ni ningún aparato que necesitaría una larga explicación científica al final.
- En la historia no debe figurar ningún «Chinaman» (Criminal loco que asesina sin ningún motivo, tiene su base en la novela del mismo nombre escrita por Stephen Leather)-
- Ningún accidente puede ayudar al detective, ni él puede tener una inexplicable intuición que resulte ser correcta.
- El detective no puede cometer el crimen.
- El detective no puede presentar pruebas que no se produzcan para la inspección del lector.
- El amigo «estúpido» del detective, el Watson, no puede ocultar los pensamientos que pasan por su mente; su inteligencia debe ser un poco, pero muy poco, ligeramente por debajo del lector medio.
- Los hermanos gemelos, y los dobles en general, no pueden aparecer a menos que hayamos sido preparados para ello.
La novela entretiene, de eso no hay duda. A veces me he perdido un poco con tanta argumentación. Me hubiera venido bien hacerme desde el principio un mapa de quién es quién. Es algo que de vez en cuando elaboro para no perderme en la trama, por cierto. A destacar que el autor, de vez en cuando, sale de la trama para colocarse en el rol de escritor de libros con consejos sobre novela negra. Me parece un recurso muy bien traído. En fin, novela negra de humor (o algo así) procedente de las antípodas para pasar el rato. Se agradece la variedad.