‘Smiley’, el poder destructivo de la risa
Un manga que lleva el malrrollo de una sonrisa a nuevas cotas. MUY RECOMENDABLE.
Sonrisas forzadas. Sonrisas incómodas. Carcajadas siniestras que retumban en polvorientos castillos o guaridas de villano de folletín. Desde el gesto en la fotografía de grupo para mostrar nuestra mejor cara al sello de marca de la Gioconds la sonrisa, esa medialuna más o menos amplia que nos ilumina la cara, no siempre es un gesto de alegría. El Joker lo sabe, Víctor Hugo lo sabía y, como se suele decir, ahora lo sabes tú. Bueno, en un panorama en el que la película ‘Smile‘ se convirtió en un pequeño éxito, todos sabemos que eso no es del todo cierto, porque todos sabemos que una sonrisa inquietante eriza más el pelo de la nuca que una mirada de odio y quizás por ello el mangaka Mitei Hattori la ha escogido como carta de presentación de su obra ‘Smiley‘. O más bien del que va a ser uno de los puntales de esta, la Hermandad del corazón sonriente, una ambigua secta que tiene mucho que ocultar.
El arranque de nuestra historia es de esos que nos remiten al buen cine negro, con un periodista, Yuji Kamome, que, viviendo todavía bajo la sombra de una terrible pérdida, descubre que su esposa, a la que hace años que no ve, sigue viva. Y lo hace de la manera más inesperada, cuando al ojear un folleto que le han dado los miembros de una secta en pleno ascenso al echarlos de su domicilio descubre un rostro familiar. Ello le sumirá en una arriesgada cruzada por encontrar a su añorada Megumi poniendo en juego su trabajo, su dinero y su propia cordura mientras una serie de extraños crímenes tienen lugar en la ciudad, con la aparición en diversos miembros humanos, algunos horriblemente mutilados.
Y el resto prefiero dejarlo en el tintero ante una retorcida trama que mejor descubra el lector por sí mismo, tornándose a medida avanzan sus páginas cada vez más retorcida y sangrienta a la vez que vamos descubriendo los entresijos de ese gran personaje colectivo, aún con algún miembro destacado, que es la Hermandad del corazón sonriente. Una agrupación que conserva todos los tópicos que se les suele asociar a estos cultos como las querencia económicas o la anulación de la personalidad pero ocultándolas bajo una gran sonrisa tras la que también se ocultan oscuros rituales de muerte que, en los dos tomos que hemos podido leer en nuestro país (en Japón ha alcanzado ya los 8), apenas sí hemos empezado a vislumbrar, pero que han probado más que de sobra que este es un cómic para paladares fuertes.
‘Smiley’ se suma así a mangas como ‘Gannibal‘ o ‘My home hero‘ en los que la actividad de un perturbador grupo religioso va a marcar la práctica totalidad del relato, sólo que en este caso el entorno rural muta en uno urbano más cercano al lector, logrando que nos dé la sensación de que hasta podríamos encontrar un asunto similar en la portada del periódico de mañana. Con un dibujo sin excesivas estridencias o alardes, que da el do de pecho al presentar las siniestras caras sonrientes que nos esperan cada pocas páginas sacando un impagable uso a los primeros planos su autor consigue crear un ambiente opresivo hasta en campo abierto que van absorbiendo a protagonista y lector, y que parecen que de momento nos conducen a un final incierto. Una buena prueba de que el manga es un perfecto vehículo para historias adultas que llevan al aficionado a los terrenos más oscuros de la mente humana, en este caso con una original premisa que la hacen una de las series más adictivas en lo que llevamos de año. Realmente ‘Smiley’ consigue hacernos sonreír, pero con una sonrisita nerviosa pareja a las emociones y temores que cruzan nuestro cerebro ante el puro horror: el misterio está servido.
Smiley
- Autores: Mitei Hattori
- Editorial: Arechi Manga
- Encuadernación: Rústica con sobrecubiertas
- Páginas: 208 páginas
- Precio: 9.95 euros