Siempre me llevo el Chromecast fuera de casa. Es mi salvación frente a los televisores antiguos
Ya sea que viaje por motivos de trabajo o por puro placer, hay un pequeño accesorio que nunca falta en mi maleta. Sí, como ya sabes, no me separo de mi Chromecast con Google TV que me regalaron hace un par de años. Tengo mis quejas para el dongle de Google, sobre todo en el lado del rendimiento, pero es un compañero inseparable cuando salgo de casa. A pesar de que las teles de los hoteles empiezan a ser inteligentes, no dejo este aspecto al aire: en mis ratos de relax o al volver tras una larga jornada de turismo, es un lujazo contar con un dispositivo que abre la veda a todo tipo de aplicaciones y usos. Las mismas que uso en el salón las tengo en cualquier lugar del mundo, sin apenas añadir peso a la maleta, y tengo motivos de sobra para que no se me olvide. El Chromecast es perfecto para viajar Con un peso de apenas 60 gramos, mi Chromecast es casi invisible en la maleta. Y un fijo en los viajes que hago, vaya donde vaya: ya sea al extranjero o por España, cabe en cualquier bolsillo, pasando desapercibido. En este pequeño dispositivo de Google, llevo instaladas las plataformas de streaming que pago religiosamente cada mes, además de otras muchas apps y algún juego. Igual puede sonar un tanto innecesario, pero al final del día, llega el momento de descansar, y para ello es ideal un ratito de streaming. Veo Netflix, Crunchyroll, Prime Video y Disney+ fuera de casa, como si estuviese en ella. Cuando viajo por territorio nacional, uso las plataformas como en casa: sin VPN normalmente, con VPN para desbloquear catálogos extranjeros. En Xataka Android Tener una tele con Android TV no es lo mismo que usar un Chromecast con Google TV: éstas son las principales diferencias Y precisamente en el extranjero, usar una VPN en el Chromecast me permite acceder al catálogo presente en España, con todos los títulos y por supuesto nuestro idioma. Pero no es la única manera en la que saco el máximo provecho a este dispositivo. Sesión de streaming, mejor con auriculares. Otro de mis compañeros inseparables son los auriculares TWS, un fijo que seguramente tampoco desprecies para trayectos largos. Y en este sentido, emparejarlos con el Chromecast me permite disfrutar de la última serie de moda con buena calidad de sonido. Esta pantalla, en cualquier lugar. Solo necesito echar en la mochila mi Chromecast con Google TV Una videoconsola portátil. Ni que hablar que, cuando no me apetece ver una peli o serie, opto por jugar. Además de los populares títulos presentes en Play Store, acceder al juego en la nube es posible. Eso sí, este uso queda para viajes en los que sé que tendré tiempo libre de sobra, que no es tan cómodo echar en la maleta un mando. ¿Que quiero echar un vistazo a las fotos del día? No importa que sigan en el móvil, o que las fotos que hago con mi cámara estén en el PC: puedo pasarlas al Chromecast para visualizarlas en una pantalla más grande. Google Fotos lo permite, también Chrome en el ordenador. Y de igual manera, puedo hacer 'mirroring' desde mi Android. Sobre la conexión WiFi necesaria, muy fácil: si la red WiFi del hotel funciona bien, la utilizo sin mayores problemas. En caso negativo, tan fácil como compartir mi tarifa de datos ilimitados con el Chromecast. Crear una red es muy sencillo, y es que con el smartphone no necesito nada más, ni siquiera el mando del aparato de Google. ¿Alguna queja? Las mismas que en casa. Desearía un Chromecast mucho más potente, pero poco más puedo hacer que aplicar algunos ajustes que mejoran su rendimiento. Por lo demás, como he dicho anteriormente, es mi inseparable cuando salgo de casa por un tiempo: así no me preocupo del televisor que me encuentre al llegar a la habitación. En Xataka Android | 11 años del mayor fiasco de Google en hardware. Hoy, su sucesor reina en nuestros salones En Xataka Android | No tenía más enchufes libres cerca, así que alimento mi Chromecast con un USB del smart TV: así es como puedes hacerlo - La noticia Siempre me llevo el Chromecast fuera de casa. Es mi salvación frente a los televisores antiguos fue publicada originalmente en Xataka Android por Pepu Ricca .
Ya sea que viaje por motivos de trabajo o por puro placer, hay un pequeño accesorio que nunca falta en mi maleta. Sí, como ya sabes, no me separo de mi Chromecast con Google TV que me regalaron hace un par de años. Tengo mis quejas para el dongle de Google, sobre todo en el lado del rendimiento, pero es un compañero inseparable cuando salgo de casa.
A pesar de que las teles de los hoteles empiezan a ser inteligentes, no dejo este aspecto al aire: en mis ratos de relax o al volver tras una larga jornada de turismo, es un lujazo contar con un dispositivo que abre la veda a todo tipo de aplicaciones y usos. Las mismas que uso en el salón las tengo en cualquier lugar del mundo, sin apenas añadir peso a la maleta, y tengo motivos de sobra para que no se me olvide.
El Chromecast es perfecto para viajar
Con un peso de apenas 60 gramos, mi Chromecast es casi invisible en la maleta. Y un fijo en los viajes que hago, vaya donde vaya: ya sea al extranjero o por España, cabe en cualquier bolsillo, pasando desapercibido. En este pequeño dispositivo de Google, llevo instaladas las plataformas de streaming que pago religiosamente cada mes, además de otras muchas apps y algún juego.
Igual puede sonar un tanto innecesario, pero al final del día, llega el momento de descansar, y para ello es ideal un ratito de streaming. Veo Netflix, Crunchyroll, Prime Video y Disney+ fuera de casa, como si estuviese en ella. Cuando viajo por territorio nacional, uso las plataformas como en casa: sin VPN normalmente, con VPN para desbloquear catálogos extranjeros.
Y precisamente en el extranjero, usar una VPN en el Chromecast me permite acceder al catálogo presente en España, con todos los títulos y por supuesto nuestro idioma. Pero no es la única manera en la que saco el máximo provecho a este dispositivo.
Sesión de streaming, mejor con auriculares. Otro de mis compañeros inseparables son los auriculares TWS, un fijo que seguramente tampoco desprecies para trayectos largos. Y en este sentido, emparejarlos con el Chromecast me permite disfrutar de la última serie de moda con buena calidad de sonido.
Esta pantalla, en cualquier lugar. Solo necesito echar en la mochila mi Chromecast con Google TV
Una videoconsola portátil. Ni que hablar que, cuando no me apetece ver una peli o serie, opto por jugar. Además de los populares títulos presentes en Play Store, acceder al juego en la nube es posible. Eso sí, este uso queda para viajes en los que sé que tendré tiempo libre de sobra, que no es tan cómodo echar en la maleta un mando.
¿Que quiero echar un vistazo a las fotos del día? No importa que sigan en el móvil, o que las fotos que hago con mi cámara estén en el PC: puedo pasarlas al Chromecast para visualizarlas en una pantalla más grande. Google Fotos lo permite, también Chrome en el ordenador. Y de igual manera, puedo hacer 'mirroring' desde mi Android.
Sobre la conexión WiFi necesaria, muy fácil: si la red WiFi del hotel funciona bien, la utilizo sin mayores problemas. En caso negativo, tan fácil como compartir mi tarifa de datos ilimitados con el Chromecast. Crear una red es muy sencillo, y es que con el smartphone no necesito nada más, ni siquiera el mando del aparato de Google.
¿Alguna queja? Las mismas que en casa. Desearía un Chromecast mucho más potente, pero poco más puedo hacer que aplicar algunos ajustes que mejoran su rendimiento. Por lo demás, como he dicho anteriormente, es mi inseparable cuando salgo de casa por un tiempo: así no me preocupo del televisor que me encuentre al llegar a la habitación.
En Xataka Android | 11 años del mayor fiasco de Google en hardware. Hoy, su sucesor reina en nuestros salones
En Xataka Android | No tenía más enchufes libres cerca, así que alimento mi Chromecast con un USB del smart TV: así es como puedes hacerlo
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Siempre me llevo el Chromecast fuera de casa. Es mi salvación frente a los televisores antiguos
fue publicada originalmente en
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Pepu Ricca
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