Sheinbaum sonríe
Claudia Sheinbaum mostró temple y logró dominar al tigre. Su equipo se impuso a la altanería de un Donald Trump que recurrió a una de sus conocidas estrategias: la amenaza para negociar.
¿Quién ganó la partida en este primer embate de la fiera? La astucia de Claudia Sheinbaum y su equipo se impuso a la altanería de un Donald Trump que recurrió a una de sus conocidas estrategias del pasado: la amenaza para negociar.
¿Realmente el gobierno estadounidense, aún en ciernes, iba a imponer un arancel de 25 por ciento en todos los productos que importa de México, cuando era evidente que esa medida iba a traer consigo impactos negativos en su sociedad e industrias?
Solo alguien realmente irracional afectaría a su propio país. Al menos esa es la lógica, aunque en estos ambivalentes tiempos, nos hemos alejado del sentido común para entrar en rumbos cada vez más desconocidos.
Por ejemplo, son comunes los resultados electorales donde los votantes prefieren apostar por quienes proponen promesas exultantes e hirientes, que por aquellos quienes apuntan al desarrollo social desde planteamientos serios y responsables.
Claudia Sheinbaum mostró temple y logró dominar al tigre. Ayer, dos portadas de los medios financieros más influyentes del mundo lo reflejaron: The Wall Street Journal y Financial Times colocaron sendas fotos de la presidenta de México, que con contundencia expresa satisfacción tras negociar acuerdos.
También The New York Times colocó la imagen de la presidenta en su página principal, lo cual contrasta con la ausencia de Justin Trudeau, Donald Trump o Xi Jinping, los otros protagonistas que también fueron arrastrados por los impulsos del neoyorquino, y que respondieron después del acuerdo con la presidenta mexicana, y así resolver sus propias preocupaciones.
Pero estas batallas durarán al menos cuatro años. Apenas empiezan, y la siguiente será dentro de un mes, cuando el primero de marzo se decida si se impone una amenaza medida o impera la farsa que ha construido Donald Trump.
Considero que los aranceles no los va a imponer ni en marzo ni en ningún mes dentro de su mandato, pero por si las dudas, hay que prestar atención a sus demandas para no enrarecer otros factores que, con el simple hecho de su amenaza, buscan impactar, como a los tipos de cambio, generar incertidumbre en posibles inversionistas y, sobre todo, mantener a su base electoral y social aglomerada en la aprobación a su persona.
No obstante, hay perdedores, entre ellos los miles de migrantes en territorio estadounidense, en tránsito en diversos países rumbo a Estados Unidos, o que se encuentran en la frontera de México, en el limbo, en una espera tortuosa en tierra de nadie.
Trump, más allá de su guerra arancelaria, su guerra es contra los migrantes. Tanto es así que la criminalización es uno de sus ejes, tanto discursivos como ejecutivos. Llevar a los migrantes ilegales a la prisión de Guantánamo, donde aglutinan a los más peligrosos terroristas, es sin duda un exceso violatorio de todos los derechos humanos.
Por ello, el verdadero problema para México estará enfocado en la migración e inseguridad, sobre todo por el fuerte reacomodo de los cárteles de la droga y el empoderamiento que buscan obtener en las diversas esferas institucionales. A esto hay que sumarle los defectos dentro de la sociedad estadounidense, donde viven una seria epidemia de consumo de drogas, pero también por los cárteles que operan a pesar de su supuesta invisibilidad y que operan, además de las drogas, la venta ilegal de armas a cárteles mexicanos.
Por lo pronto, el peso mexicano sigue estable, lo que significa que las aguas se han calmado en estos momentos de alta adrenalina y la confianza está apuntalada para que las inversiones sigan llegando a México.
Por ello, y sin dejar de estar atendiendo la sed irracional del gobierno del vecino del norte, el gabinete de la presidenta Claudia Sheinbaum debe seguir inspeccionando nuevas rutas de inversión y multilateralismo.