Sánchez califica de crítica la "cohesión territorial" en la opa sobre el Sabadell en pleno regreso del banco a Cataluña

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha evitado emitir un juicio de valor acerca de la opa de BBVA sobre Banco Sabadell y apela directamente al análisis que está elaborando la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para determinar la idoneidad de la operación y las condiciones que es necesario imponer tras el paso de la misma a 'fase II'.. No obstante, sí que ha indicado que deben tenerse en cuenta "diferentes aspectos" como el alto porcentaje de pequeñas y medianas empresas y factores como la "cohesión social y territorial".

En una entrevista en 'Bloomberg' con motivo de su participación en el Foro Económico de Davos, ha sido preguntado sobre su opinión, ante lo que Sánchez ha argumentado que un jefe de Gobierno no debe posicionarse al respecto. Sus declaraciones adquieren relevancia, dado que este miércoles el consejo de administración del grupo catalán prevé aprobar el traslado de su sede social de Alicante a Sabadell (Cataluña) siete años después de su huida a causa de la inestabilidad política generada por el 'procés'.

"Habrá que esperar hasta que Competencia se pronuncie", ha remarcado el líder del Ejecutivo tras añadir que quiere ver un "sistema financiero español fuerte". La opa se ha topado con un fuerte rechazo por parte de la sociedad catalana, incluido, el arco político regional. En este sentido, el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, ve este paso como "una buena noticia" tras poner en valor el movimiento, que lo ve como una prueba de que Cataluña va "por el buen camino".

De su lado, el ministro de Economía, Comercio y Empresa, Carlos Cuerpo, considera que se trata de un paso "muy natural", que "cae por su propio peso" a raíz del proceso de normalización que se ha producido en Cataluña en los últimos años. En su opinión, este paso al frente "deja claro" que las condiciones que motivaron la salida del Sabadell ya no se dan por lo que, por lo que ve "normal y lógico" que la entidad se esté planteando regresar a sus orígenes.

Los planes del banco presidido por Josep Oliu no han sido tan bien recibidos en Alicante, donde el tejido empresarial y político ven con preocupación esta marcha por el temor a que tenga impacto en el número de oficinas y empleo. "La opa ya era mala para Alicante, sus intereses, la red de oficinas y la plantilla. Si a ello añadimos ahora que el Sabadell abandona la ciudad, como su sede social y emblemática pese al apoyo incondicional que los alicantinos le hemos dado, alguien del banco va a tener que explicar muy bien a los intereses de quién responde esta decisión", ha expresado el alcalde de Alicante, Luis Barcala.

El consejo de administración de Banco Sabadell se reúne este miércoles para aprobar el cambio siete años después de su desplazamiento forzoso a la comunidad vecina a raíz de la inestabilidad política generada como consecuencia del referéndum del 1-O y la declaración unilateral de independencia. A lo largo de este periodo, Banco Sabadell ha defendido que su vuelta tendría lugar cuando se dieran las condiciones necesarias. La incógnita radica en si la entidad puede generar un efecto llamada al convertirse en la primera 'exiliada' del Ibex 35 en retornar.

Por ahora, la intención de CaixaBank pasa por mantenerse en Valencia, lugar que el expresidente de la entidad calificó como un sitio "equilibrado". Sabadell sería la segunda cotizada que materializa este giro después de Molins, que estaba instalado en Madrid. No obstante, a diferencia de éste, que responde a un movimiento simbólico, el giro del banco adquiere una dimensión diferente tanto por el propio tamaño de la entidad como por tener lugar en pleno proceso de opa.

Desde BBVA, fuentes cercanas, muestran su "respeto", si bien recuerdan que no "interfiere" en ningún caso "en las bondades de la opa". Carlos Torres, presidente del grupo de origen vasco, ha prometido en reiteradas ocasiones a los accionistas que el nuevo banco resultante -cuya sede estaría en Bilbao- contaría con dos centros operativos: 'La Vela' en Madrid y las instalaciones de Sant Cugat del Vallès en Cataluña, desde el que buscan potenciar Barcelona como un 'hub' europeo de innovación.