Las gigantescas anomalías del interior de la Tierra no eran lo que la ciencia pensaba
Las entrañas de nuestro planeta guardan secretos fascinantes que la ciencia moderna apenas comienza a descifrar. Bajo nuestros pies, a miles y miles de kilómetros de profundidad, se esconden dos estructuras colosales del tamaño de continentes que desafían todo lo que creíamos saber sobre la estructura de la Tierra. Pero, como buenos creyentes en la ciencia, estamos dispuestos a aprender.Según un nuevo estudio publicado en la revista científica Nature, estas gigantescas anomalías son mucho más estables y antiguas de lo que se pensaba. Los investigadores de Estados Unidos y Países Bajos han llegado a esta conclusión tras analizar cómo las ondas sísmicas pierden energía al atravesarlas.Las ondas sísmicas revelan nuevos secretosCuando ocurre un terremoto, las ondas viajan por el interior terrestre permitiéndonos estudiar su composición. Estas ondas cambian su velocidad según el material que atraviesan, similar al comportamiento de la luz al pasar por un cristal. Las anomalías, descubiertas en los años 80, ralentizan tanto estas ondas que recibieron el nombre de Provincias de Baja Velocidad Sísmica.El equipo de investigación ha revelado que estas estructuras están formadas por minerales de tamaño extraordinario. Las ondas apenas pierden fuerza al atravesarlas, sugiriendo una antigüedad y estabilidad sin precedentes en la historia geológica de nuestro planeta.Los datos apuntan a que estas anomalías podrían ser los restos del protoplaneta que chocó contra la Tierra hace 4.500 millones de años, creando la Luna. Este descubrimiento revoluciona nuestra comprensión del origen del sistema Tierra-Luna.En las profundidades terrestres, estas estructuras están rodeadas por el llamado "cementerio de placas tectónicas": capas de corteza hundidas hasta casi 3.000 kilómetros. Su influencia es tan significativa que puede alterar la duración de nuestros días, un fenómeno que desafía las teorías actuales.El descubrimiento revela que el interior terrestre mantiene una complejidad inesperada. Las anomalías han permanecido prácticamente intactas durante miles de millones de años, contradiciendo los modelos previos sobre la dinámica interna de nuestro planeta.Las nuevas técnicas sísmicas permitirán a los científicos profundizar en el estudio de estas estructuras. La investigación abre nuevas vías para comprender la evolución de nuestro planeta y los procesos que han moldeado su interior durante millones de años.El artículo Las gigantescas anomalías del interior de la Tierra no eran lo que la ciencia pensaba fue publicado originalmente en Andro4all.
Las entrañas de nuestro planeta guardan secretos fascinantes que la ciencia moderna apenas comienza a descifrar. Bajo nuestros pies, a miles y miles de kilómetros de profundidad, se esconden dos estructuras colosales del tamaño de continentes que desafían todo lo que creíamos saber sobre la estructura de la Tierra. Pero, como buenos creyentes en la ciencia, estamos dispuestos a aprender.
Según un nuevo estudio publicado en la revista científica Nature, estas gigantescas anomalías son mucho más estables y antiguas de lo que se pensaba. Los investigadores de Estados Unidos y Países Bajos han llegado a esta conclusión tras analizar cómo las ondas sísmicas pierden energía al atravesarlas.
Las ondas sísmicas revelan nuevos secretos
Cuando ocurre un terremoto, las ondas viajan por el interior terrestre permitiéndonos estudiar su composición. Estas ondas cambian su velocidad según el material que atraviesan, similar al comportamiento de la luz al pasar por un cristal. Las anomalías, descubiertas en los años 80, ralentizan tanto estas ondas que recibieron el nombre de Provincias de Baja Velocidad Sísmica.
El equipo de investigación ha revelado que estas estructuras están formadas por minerales de tamaño extraordinario. Las ondas apenas pierden fuerza al atravesarlas, sugiriendo una antigüedad y estabilidad sin precedentes en la historia geológica de nuestro planeta.
Los datos apuntan a que estas anomalías podrían ser los restos del protoplaneta que chocó contra la Tierra hace 4.500 millones de años, creando la Luna. Este descubrimiento revoluciona nuestra comprensión del origen del sistema Tierra-Luna.
En las profundidades terrestres, estas estructuras están rodeadas por el llamado "cementerio de placas tectónicas": capas de corteza hundidas hasta casi 3.000 kilómetros. Su influencia es tan significativa que puede alterar la duración de nuestros días, un fenómeno que desafía las teorías actuales.
El descubrimiento revela que el interior terrestre mantiene una complejidad inesperada. Las anomalías han permanecido prácticamente intactas durante miles de millones de años, contradiciendo los modelos previos sobre la dinámica interna de nuestro planeta.
Las nuevas técnicas sísmicas permitirán a los científicos profundizar en el estudio de estas estructuras. La investigación abre nuevas vías para comprender la evolución de nuestro planeta y los procesos que han moldeado su interior durante millones de años.
El artículo Las gigantescas anomalías del interior de la Tierra no eran lo que la ciencia pensaba fue publicado originalmente en Andro4all.