La necesaria clase de feminismo de Sandra Sabatés al juez Carretero tras su interrogatorio a Mouliáa
Desde que Elisa Mouliáa denunciara a Íñigo Errejón ante la Justicia por agresión sexual, la actriz se ha visto envuelta en distintas polémicas. La última de ellas, a raíz del interrogatorio que le realizó el juez Adolfo Carretero. Las imágenes filtradas demuestran su falta de empatía, así como la dureza de sus palabras. Desde el medio televisivo ya son muchos los que han mostrado su oposición a las formas de Carretero. Una de las últimas en pronunciarse ha sido Sandra Sabatés, quien desde El Intermedio ha otorgado al magistrado una necesaria clase de feminismo. "La filtración de los vídeos de las declaraciones de Iñigo Errejón y Elisa Mouliáa ante Adolfo Carretero, tras la denuncia de la actriz contra el político por agresión sexual, han desatado la polémica debido al tono y la agresividad del juez a la hora de interrogar a la víctima", arrancaba la presentadora del espacio de laSexta. Ella misma subrayaba que "más allá de saber si Íñigo Errejón es culpable o no de agresión sexual, lo que hoy tenemos que denunciar es el lamentable trato del juez Carretero contra Mouliáa". "La agresividad, el cuestionamiento constante de sus testimonios, las interrupciones continuadas, incluso la utilización del lenguaje. Cambiar las palabras 'glúteos' y 'pechos' que utiliza Mouliáa por 'culos' y 'tetas' que utiliza el juez puede parecer un detalle menor, pero implica una absoluta falta de sensibilidad", explicaba ante los espectadores. Continuando con esta línea, la comunicadora exponía "la abrumadora falta de empatía" de Carretero, así como su "total desconocimiento de las recomendaciones de buena praxis para los casos de agresiones sexuales, tal y como denunciaban multitud de asociaciones y juezas especializadas en violencia de género": "Actitudes, como la de Carretero, contribuyen a la revictimización de las mujeres que acuden a un tribunal para ser escuchadas, no humilladas de nuevo", añadía. Sabatés insistía en algo que debería ser cuanto menos obvio: "Denunciar una agresión sexual es un paso muy difícil, supone revivir situaciones traumáticas, que además podrían desestructurar el entorno o núcleo social de la víctima". Y, acto seguido, planteaba una pregunta más que necesaria: "¿Quién va a dar ese paso encima la Justicia responde con esa agresividad? Los tribunales deberían ser un lugar seguro para las víctimas y los jueces deberían ser capaces de estudiar las pruebas y declaraciones, tratando con respeto y humanidad a las denunciantes". La presentadora de El Intermedio denunciaba que "estos interrogatorios evidencian, una vez más, que la Justicia, en materia de feminismo, tiene mucho que mejorar, y explican en parte por qué solo una de cada diez víctimas llega a denunciar a su agresor". Por ello, sentenciaba su reflexión con las siguientes palabras: "Una víctima que denuncia debe enfrentarse a muchas, muchísimas, dificultades, pero ninguna de ellas debería ser tener frente a ella a un juez que actúa como su enemigo".
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