La Generalitat amenaza a los sindicatos con quitarles las subvenciones por criticar a Mazón
El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, no está dispuesto a asumir responsabilidades por su gestión de la DANA, pero tampoco a recibir críticas por su proceder antes, durante y después de que el temporal se llevase por delante más de 200 vidas. El barón del Partido Popular (PP) ha decidido que, como garante del poder autonómico, no va a permitir que se le cuestiones y su principal subordinada, la vicepresidenta y portavoz, Susana Camarero, ha amenazado a sus últimos detractores: los sindicatos. La también consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda ha advertido a UGT y CCOO que los "insultos" contra Mazón son "incompatibles" con que estas organizaciones sindicales perciban 2,5 millones de subvenciones públicas. "Caradura" es uno de los "insultos" a los que se refiere, proferido por el secretario general de UGT País Valencià, Ismael Saez. Su homóloga de CCOO, Ana García, exigió la dimisión de Mazón al considerarlo el protagonista de una "involución democrática". Palabras que para Camarero son "absolutamente incompatibles" con las subvenciones. La vicepresidente no se ha quedado ahí y, tirando de sarcasmo, ha atacado a los sindicatos y ha buscado minusvalorar unas críticas que se suman a las miles y miles que pesan sobre el Govern al que pertenece. "Nosotros entendemos que los secretarios generales de los sindicatos, algunos estando de salida y otros con elecciones internas, discrepen, pero esta barbaridad de declaraciones no les legitima", ha asegurado. A continuación, ha pasado al victimismo y ha decidido utilizar la situación y el dolor para quitar espacio a las críticas y exigencias de responsabilidades. "No se puede aprovechar la situación que estamos viviendo para hacer política. Algunos estamos en la emergencia, en la recuperación, en la ayuda a los trabajadores, mientras otros están en las movilizaciones, en la huelga y en los insultos", ha añadido. No existe, para el equipo de Mazón, espacio para nada que no sea complacencia con el president. Ni movilizaciones para denunciar las negligencias, ni reclamación de cuentas a los responsables públicos, ni huelgas para defender los derechos de los trabajadores, desprotegidos ante un temporal que se llevó la vida de muchos mientras curraban. Lejos de dimitir, convocar elecciones, pedir perdón, asumir responsabilidades o cualquier actitud similar, la vicepresidenta del Consell ha preferido optar por disparar a discreción y acusar a los sindicatos de "generar inestabilidad y dinamitar los puentes del diálogo social" por criticar a Mazón. "Buscan inestabilidad en el Gobierno valenciano, porque están más cómodos con el de Pedro Sánchez, que ha multiplicado por cuatro sus subvenciones", ha añadido Camarero, que también ha hecho alusión a los liberados sindicales. "Afirmaciones como las de este fin de semana dificultan el trabajo con los sindicatos", ha dejado caer para concluir su amenaza. Los sindicatos no se arrugan Lejos de acobardarse, los dos principales sindicatos se han plantado frente las amenazadas de la Generalitat y han defendido exigir "responsabilidades políticas por la gestión de la DANA, sin faltar al respeto, desde la libertad de expresión y el compromiso de justicia adquirido...
El president de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón, no está dispuesto a asumir responsabilidades por su gestión de la DANA, pero tampoco a recibir críticas por su proceder antes, durante y después de que el temporal se llevase por delante más de 200 vidas. El barón del Partido Popular (PP) ha decidido que, como garante del poder autonómico, no va a permitir que se le cuestiones y su principal subordinada, la vicepresidenta y portavoz, Susana Camarero, ha amenazado a sus últimos detractores: los sindicatos. La también consellera de Servicios Sociales, Igualdad y Vivienda ha advertido a UGT y CCOO que los "insultos" contra Mazón son "incompatibles" con que estas organizaciones sindicales perciban 2,5 millones de subvenciones públicas. "Caradura" es uno de los "insultos" a los que se refiere, proferido por el secretario general de UGT País Valencià, Ismael Saez. Su homóloga de CCOO, Ana García, exigió la dimisión de Mazón al considerarlo el protagonista de una "involución democrática". Palabras que para Camarero son "absolutamente incompatibles" con las subvenciones. La vicepresidente no se ha quedado ahí y, tirando de sarcasmo, ha atacado a los sindicatos y ha buscado minusvalorar unas críticas que se suman a las miles y miles que pesan sobre el Govern al que pertenece. "Nosotros entendemos que los secretarios generales de los sindicatos, algunos estando de salida y otros con elecciones internas, discrepen, pero esta barbaridad de declaraciones no les legitima", ha asegurado. A continuación, ha pasado al victimismo y ha decidido utilizar la situación y el dolor para quitar espacio a las críticas y exigencias de responsabilidades. "No se puede aprovechar la situación que estamos viviendo para hacer política. Algunos estamos en la emergencia, en la recuperación, en la ayuda a los trabajadores, mientras otros están en las movilizaciones, en la huelga y en los insultos", ha añadido. No existe, para el equipo de Mazón, espacio para nada que no sea complacencia con el president. Ni movilizaciones para denunciar las negligencias, ni reclamación de cuentas a los responsables públicos, ni huelgas para defender los derechos de los trabajadores, desprotegidos ante un temporal que se llevó la vida de muchos mientras curraban. Lejos de dimitir, convocar elecciones, pedir perdón, asumir responsabilidades o cualquier actitud similar, la vicepresidenta del Consell ha preferido optar por disparar a discreción y acusar a los sindicatos de "generar inestabilidad y dinamitar los puentes del diálogo social" por criticar a Mazón. "Buscan inestabilidad en el Gobierno valenciano, porque están más cómodos con el de Pedro Sánchez, que ha multiplicado por cuatro sus subvenciones", ha añadido Camarero, que también ha hecho alusión a los liberados sindicales. "Afirmaciones como las de este fin de semana dificultan el trabajo con los sindicatos", ha dejado caer para concluir su amenaza. Los sindicatos no se arrugan Lejos de acobardarse, los dos principales sindicatos se han plantado frente las amenazadas de la Generalitat y han defendido exigir "responsabilidades políticas por la gestión de la DANA, sin faltar al respeto, desde la libertad de expresión y el compromiso de justicia adquirido...
