Juan Becerra Acosta: Deportaciones: leña al fuego
Ayer se cumplió una semana de haberse iniciado uno de los peores incendios forestales en la historia de Estados Unidos. El martes 7 de enero, en las montañas de Santa Mónica, en Palisades, California, un incendio forestal creció rápidamente alimentado por vientos mucho más rápidos de lo normal –160 kilómetros por hora– lo que causó la propagación de las llamas y la imposibilidad de efectuar vuelos para lanzar agua y químicos sobre ellas. Horas más tarde, dos incendios se iniciaron en el condado de Los Ángeles. La mañana del 8 de enero otro comenzó también en Los Ángeles, y uno más en el condado de Riverside.
Ayer se cumplió una semana de haberse iniciado uno de los peores incendios forestales en la historia de Estados Unidos. El martes 7 de enero, en las montañas de Santa Mónica, en Palisades, California, un incendio forestal creció rápidamente alimentado por vientos mucho más rápidos de lo normal –160 kilómetros por hora– lo que causó la propagación de las llamas y la imposibilidad de efectuar vuelos para lanzar agua y químicos sobre ellas. Horas más tarde, dos incendios se iniciaron en el condado de Los Ángeles. La mañana del 8 de enero otro comenzó también en Los Ángeles, y uno más en el condado de Riverside.
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