Google y la Unión Europea se enfrentan por el fact-cheking
En un momento crítico para la lucha contra los bulos en internet, Google ha comunicado a Bruselas que no permitirá que los expertos en verificación de información revisen los contenidos que aparecen en YouTube ni en su buscador, desafiando así los planes de la Unión Europea para regular la desinformación. Esta decisión podría tener graves consecuencias para el control de la calidad informativa en la red.Según ha revelado The Verge, la compañía ha decidido apartarse de los acuerdos voluntarios firmados en 2022 para combatir los bulos en internet, justo cuando estas medidas están a punto de convertirse en ley dentro de la nueva normativa europea de servicios digitales. La medida ha generado preocupación entre los expertos en desinformación y los reguladores europeos.Las grandes empresas tecnológicas se posicionan contra la regulación europea de contenidosEsta decisión marca una tendencia preocupante en el sector tecnológico y refleja un cambio significativo en la política de moderación de contenidos. Meta, la empresa propietaria de Facebook e Instagram, ha prescindido de sus verificadores, provocando que muchos usuarios preocupados busquen alternativas a estas plataformas tras el abandono del control. Esta situación ha generado un intenso debate sobre el papel de las redes sociales en la difusión de información.El movimiento no es casual y forma parte de una estrategia más amplia por parte de las grandes tecnológicas. Los máximos dirigentes de Silicon Valley están cortejando a Donald Trump, incluyendo a Sundar Pichai de Google, Tim Cook de Apple y Mark Zuckerberg de Meta, para hacer frente a las regulaciones europeas sobre contenidos digitales. Este acercamiento refleja la creciente tensión entre las empresas tecnológicas estadounidenses y los reguladores europeos en materia de control de contenidos.La situación se complica aún más en el campo de la inteligencia artificial, donde los debates sobre la desinformación adquieren nuevas dimensiones. La IA Grok, creada por Elon Musk, ha denunciado los bulos de su propio creador, poniendo de manifiesto las contradicciones en la industria tecnológica y generando dudas sobre la fiabilidad de los sistemas de inteligencia artificial en la detección y propagación de desinformación.Ante la presión creciente por controlar la desinformación y mantener la confianza de los usuarios, las plataformas están explorando diferentes estrategias de verificación. Meta ha copiado el sistema de X, implementando un modelo de verificación comunitaria que traslada la responsabilidad a los usuarios, una decisión que ha sido criticada por expertos en verificación y organizaciones periodísticas por su potencial para amplificar la desinformación.Las autoridades europeas observan con preocupación estos movimientos que amenazan con debilitar los esfuerzos regulatorios. El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha alertado del poder de lo que denomina "élite tecnológica", señalando que este control sobre la información amenaza directamente a las democracias occidentales y llamando a una respuesta coordinada desde las instituciones europeas.Kent Walker, responsable de asuntos globales de Google, ha defendido la postura de la compañía argumentando que la verificación externa no resulta adecuada para sus servicios, una justificación que ha sido recibida con escepticismo por parte de la comunidad internacional. Esta decisión establece un precedente inquietante para el control de la desinformación en internet, especialmente cuando la nueva ley europea de servicios digitales está a punto de entrar en vigor y podría tener consecuencias significativas para el futuro de la moderación de contenidos en la red.El artículo Google y la Unión Europea se enfrentan por el fact-cheking fue publicado originalmente en Andro4all.
En un momento crítico para la lucha contra los bulos en internet, Google ha comunicado a Bruselas que no permitirá que los expertos en verificación de información revisen los contenidos que aparecen en YouTube ni en su buscador, desafiando así los planes de la Unión Europea para regular la desinformación. Esta decisión podría tener graves consecuencias para el control de la calidad informativa en la red.
Según ha revelado The Verge, la compañía ha decidido apartarse de los acuerdos voluntarios firmados en 2022 para combatir los bulos en internet, justo cuando estas medidas están a punto de convertirse en ley dentro de la nueva normativa europea de servicios digitales. La medida ha generado preocupación entre los expertos en desinformación y los reguladores europeos.
Las grandes empresas tecnológicas se posicionan contra la regulación europea de contenidos
Esta decisión marca una tendencia preocupante en el sector tecnológico y refleja un cambio significativo en la política de moderación de contenidos. Meta, la empresa propietaria de Facebook e Instagram, ha prescindido de sus verificadores, provocando que muchos usuarios preocupados busquen alternativas a estas plataformas tras el abandono del control. Esta situación ha generado un intenso debate sobre el papel de las redes sociales en la difusión de información.
El movimiento no es casual y forma parte de una estrategia más amplia por parte de las grandes tecnológicas. Los máximos dirigentes de Silicon Valley están cortejando a Donald Trump, incluyendo a Sundar Pichai de Google, Tim Cook de Apple y Mark Zuckerberg de Meta, para hacer frente a las regulaciones europeas sobre contenidos digitales. Este acercamiento refleja la creciente tensión entre las empresas tecnológicas estadounidenses y los reguladores europeos en materia de control de contenidos.
La situación se complica aún más en el campo de la inteligencia artificial, donde los debates sobre la desinformación adquieren nuevas dimensiones. La IA Grok, creada por Elon Musk, ha denunciado los bulos de su propio creador, poniendo de manifiesto las contradicciones en la industria tecnológica y generando dudas sobre la fiabilidad de los sistemas de inteligencia artificial en la detección y propagación de desinformación.
Ante la presión creciente por controlar la desinformación y mantener la confianza de los usuarios, las plataformas están explorando diferentes estrategias de verificación. Meta ha copiado el sistema de X, implementando un modelo de verificación comunitaria que traslada la responsabilidad a los usuarios, una decisión que ha sido criticada por expertos en verificación y organizaciones periodísticas por su potencial para amplificar la desinformación.
Las autoridades europeas observan con preocupación estos movimientos que amenazan con debilitar los esfuerzos regulatorios. El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha alertado del poder de lo que denomina "élite tecnológica", señalando que este control sobre la información amenaza directamente a las democracias occidentales y llamando a una respuesta coordinada desde las instituciones europeas.
Kent Walker, responsable de asuntos globales de Google, ha defendido la postura de la compañía argumentando que la verificación externa no resulta adecuada para sus servicios, una justificación que ha sido recibida con escepticismo por parte de la comunidad internacional. Esta decisión establece un precedente inquietante para el control de la desinformación en internet, especialmente cuando la nueva ley europea de servicios digitales está a punto de entrar en vigor y podría tener consecuencias significativas para el futuro de la moderación de contenidos en la red.
El artículo Google y la Unión Europea se enfrentan por el fact-cheking fue publicado originalmente en Andro4all.
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