Estas son las medidas económicas de la nueva era Trump
Donald Trump ha tomado sus primeras decisiones apenas horas después de ser nombrado 47º presidente de Estados Unidos, medidas que van desde restablecer la política energética en oposición a la de su predecesor, Joe Biden, hasta reducir el poder de los empleados públicos. Política energética En el ámbito energético, Trump ha decidido dar un giro radical a la política medioambiental establecida por Biden, con la intención de reducir inmediatamente regulaciones que limitan la producción de energía en Estados Unidos, en particular en lo que respecta a la extracción de crudo y gas. Durante su discurso de toma de posesión, Trump repetía una frase en forma de eslogan que decía "Drill, baby, drill" ("Perfora, baby, perfora"), haciendo referencia a su intención de impulsar la extracción de crudo en el país. Además, trata de eliminar las regulaciones climáticas de Biden vinculadas a la fabricación de vehículos eléctricos. El Investigador Principal del Real Instituto Elcano, Federico Steinberg, ha señalado que "podría bajar el precio global del petróleo y rebajar el precio de la energía global. Sin embargo, para el cambio climático esto es muy malo". De hecho, Trump firmó su salida oficial del Acuerdo Climático de París, una decisión que podría tener consecuencias alarmantes para el medio ambiente a nivel global. Aranceles mediante el "Servicio de Impuestos Externos" Además, el presidente ha propuesto la creación de un nuevo organismo federal, el "Servicio de Impuestos Externos", destinado a gestionar los ingresos generados por los aranceles que pretende imponer. Entre sus objetivos también se incluye un plan para involucrar a toda la Administración en la lucha contra la inflación, al mismo tiempo que ha decidido una serie de medidas para reducir la influencia de los empleados públicos y frenar su capacidad para actuar como contrapoder frente al gobierno. Los anuncios de Trump han clarificado que los impuestos a las exportaciones extranjeras no tardarán mucho en llegar, aunque no se haya incluido en sus primeras órdenes ejecutivas la imposición inmediata de aranceles. La detención de inmigración ilegal podría elevar la inflación Con su lema "America First", el presidente aseguró que uno de sus principales objetivos era traer de vuelta a "cientos de miles de fábricas". Sin embargo, los expertos ya han alertado que esto podría traer graves consecuencias negativas en los precios, acelerando la inflación. En cuanto a la inmigración, Trump ha decidido que su primera acción será declarar una emergencia nacional en la frontera sur: "Se detendrá inmediatamente toda entrada ilegal y comenzaremos el proceso de devolver a millones y millones de extranjeros criminales a los lugares de donde vinieron". Sin embargo, la realidad es que la economía estadounidense se beneficia relativamente de la inmigración. De los 13 millones de inmigrantes indocumentados en el país, alrededor de 10 millones son trabajadores que contribuyen activamente al mercado laboral. Las deportaciones masivas podrían generar un estancamiento en el ámbito gremial, elevando los costos de producción y, con ello, impulsando aún más la inflación.
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