El primer ministro de Groenlandia apela al diálogo con Trump, pero insiste: «No queremos ser estadounidenses»
«Somos groenlandeses. No queremos ser estadounidenses. Tampoco queremos ser daneses. El futuro de Groenlandia será decidido por Groenlandia»: esas han sido las palabras que ha pronunciado este martes el primer ministro de Groenlandia tras los comentarios del ya presidente de EE.UU., Donald Trump, sobre tomar el control de la isla . En una conferencia de prensa, Mute Egede ha señalado que su país enfrenta «una situación difícil», aunque ha querido mandar un mensaje de calma a la ciudadanía. Groenlandia, con apenas 55.000 habitantes pese a ser la mayor isla del mundo, depende en términos políticos de Dinamarca, país que controla cuestiones clave en materia de seguridad o diplomacia exterior. Desde 2009, el territorio tiene derecho a declarar su independencia mediante referéndum, un objetivo que sigue teniendo en mente el Ejecutivo local. «Groenlandia es un lugar maravilloso, lo necesitamos por razones de seguridad internacional», respondió Trump a preguntas de los periodistas en el despacho oval. Anteriormente no había hecho mención al tema en sus diferentes discursos el día de su investidura. «Estoy seguro de que Dinamarca estará de acuerdo: Les está costando mucho dinero mantenerla», añadió. Sin embargo, desde Dinamarca, el ministro de Exteriores, Lars Lokke Rasmussen, ha afirmado que ningún país debería poder simplemente apropiarse de otro . «No es posible que ciertos países, si son lo suficientemente grandes y sin importar cómo se llamen, puedan simplemente tomar lo que quieran», ha dicho en declaraciones a los periodistas. Trump, que asumió el cargo este lunes, generó alarma a principios de enero al no descartar una intervención militar para controlar el Canal de Panamá y Groenlandia.
«Somos groenlandeses. No queremos ser estadounidenses. Tampoco queremos ser daneses. El futuro de Groenlandia será decidido por Groenlandia»: esas han sido las palabras que ha pronunciado este martes el primer ministro de Groenlandia tras los comentarios del ya presidente de EE.UU., Donald Trump, sobre tomar el control de la isla . En una conferencia de prensa, Mute Egede ha señalado que su país enfrenta «una situación difícil», aunque ha querido mandar un mensaje de calma a la ciudadanía. Groenlandia, con apenas 55.000 habitantes pese a ser la mayor isla del mundo, depende en términos políticos de Dinamarca, país que controla cuestiones clave en materia de seguridad o diplomacia exterior. Desde 2009, el territorio tiene derecho a declarar su independencia mediante referéndum, un objetivo que sigue teniendo en mente el Ejecutivo local. «Groenlandia es un lugar maravilloso, lo necesitamos por razones de seguridad internacional», respondió Trump a preguntas de los periodistas en el despacho oval. Anteriormente no había hecho mención al tema en sus diferentes discursos el día de su investidura. «Estoy seguro de que Dinamarca estará de acuerdo: Les está costando mucho dinero mantenerla», añadió. Sin embargo, desde Dinamarca, el ministro de Exteriores, Lars Lokke Rasmussen, ha afirmado que ningún país debería poder simplemente apropiarse de otro . «No es posible que ciertos países, si son lo suficientemente grandes y sin importar cómo se llamen, puedan simplemente tomar lo que quieran», ha dicho en declaraciones a los periodistas. Trump, que asumió el cargo este lunes, generó alarma a principios de enero al no descartar una intervención militar para controlar el Canal de Panamá y Groenlandia.
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