El PP duda si sumarse a la ola ‘proTrump’ o mantenerse al margen de su polémico programa político

1. Génova opta de momento por la moderación
2. Medidas más duras en inmigración, feminismo y el colectivo LGTBI
3. Acercamiento a Giorgia Meloni
4. Marcar distancia para no fusionarse con Vox

El Partido Popular asume con perfil bajo la vuelta de Donald Trump a la Casa Blanca. Voces de peso aseguran a Confidencial Digital que su elección no se interpreta como una mala noticia, aunque no se compartan las medidas más duras anunciadas e implementadas por el presidente estadounidense.

Pero hay matices entre los principales líderes territoriales: mientras algunos prefieren marcar distancia y promover la colaboración entre gobiernos para alejarse también de las críticas lanzadas por el presidente, Pedro Sánchez, también hay quienes apuestan por dar un paso al frente sin complejos y alinearse con las políticas que está impulsando Trump en materia migratoria o de igualdad.

Génova opta de momento por la moderación

Hay discrepancias dentro del partido, pero la cúpula del PP, por ahora, tiene clara su postura: que el PP represente una alternativa moderada al Gobierno. Extremar sus propuestas no pasa por el plan que ha mantenido el equipo de Alberto Núñez Feijóo desde su desembarco en Madrid en 2022.

Génova mantiene que a Moncloa se llega con un mensaje centrista y situando al PSOE y al Ejecutivo en el extremismo. Echarse al monte sería contraproducente para el plan que lleva desarrollando Génova desde hace tres años, según analizan altos cargos del partido. Son conscientes de que hay voces que apuestan por un perfil más duro, pero no es la idea de la cúpula del partido.

En los últimos meses, la dirección popular ha ideado una serie de iniciativas más transversales que consigan reflejar la minoría del Gobierno en el Parlamento y permitan ofrecer una imagen de alternativa seria, como la ley de vivienda o la propuesta sobre conciliación.

Medidas más duras en inmigración, feminismo y el colectivo LGTBI

La vuelta del mandatario augura medidas más contundentes de las que tomó en su primer mandato. En sus primeros minutos como presidente, Trump firmó una retahíla de decretos para revertir las políticas de su antecesor, Joe Biden, en materia de igualdad, y declarando el estado de emergencia en la frontera como paso previo a la “deportación masiva” que anunció en campaña.

En este contexto, el PSOE y Moncloa se preparan para una “ola reaccionaria”, según los calificativos que utiliza el Gobierno, que aumentará la popularidad de las formaciones más conservadoras, como adelantó Confidencial Digital.

Para algunos dirigentes autonómicos del PP, el segundo mandato de Trump supone una oportunidad para escorarse más a la derecha y abogar por postulados que hasta ahora el partido no ha querido defender abiertamente. Y señalan dos cuestiones: las leyes sobre igualdad —tanto en feminismo como sobre las personas transexuales— y las medidas sobre inmigración.

“Lo importante es saber con quién tenemos que tejer alianzas”, ha asegurado Isabel Díaz Ayuso, la presidenta de la Comunidad de Madrid este martes, tras ser preguntada por la cercanía entre Santiago Abascal, líder de Vox, y Trump.

Acercamiento a Giorgia Meloni

El PP ya comenzó a acercarse a los postulados de Giorgia Meloni, la primera ministra italiana a la que los tribunales han impedido deportar a Albania migrantes en situación irregular.

Pero hasta ahora, Génova ha tratado de marcar su postura con bisturí para no caer ni en un mensaje muy agresivo contra los inmigrantes ni en la complacencia del “efecto llamada” que denuncia el propio Feijóo por los mensajes del Ejecutivo.

En materia de igualdad, este martes, pocas horas después de que Trump afirme que “solo existen dos géneros: masculino y femenino”, el PP trabaja en una proposición de ley para impedir que las mujeres trans participen en competiciones femeninas, según ha adelantado El Español.

Marcar distancia para no fusionarse con Vox

Génova ha decidido no echar las campanas al vuelo porque no comparte partes de las políticas más duras del mandatario norteamericano, pero a la vez considera que puede suponer un impulso para el centroderecha y las medidas liberales que defiende el PP. Principalmente en materia económica.

La idea, por ahora, no es echarse al monte, sino elegir un camino propio que marque distancia con los postulados del Gobierno de España, pero también con las iniciativas más contundentes de Trump. El equipo de Feijóo considera que moverse hacia la derecha no hará sino engordar a Vox, del que también quiere distanciarse.