El futuro «presente» del diseño UI en 2025
Descubre las tendencias del diseño UI en 2025: minimalismo, glassmorfismo, microinteracciones y experiencias inmersivas e innovadoras.
En el diseño digital, UX y UI son dos caras de la misma moneda. Mientras que la experiencia de usuario (UX) se centra en cómo interactúan las personas con un producto digital y cómo éste resuelve sus necesidades, la interfaz de usuario (UI) se encarga de dar forma visual a esa experiencia, guiando a los usuarios con elementos que son tan funcionales como atractivos. En el artículo anterior, abordamos cómo las tendencias en UX para 2025 están moldeando experiencias más personalizadas, accesibles y sostenibles.
Ahora, nos centraremos en el diseño de interfaces (UI), explorando cómo los avances tecnológicos y las nuevas demandas de los usuarios están redefiniendo la estética y funcionalidad de los productos digitales. Desde microinteracciones que aportan dinamismo, hasta un uso más experimental del color y la tipografía, el diseño UI para 2025 promete romper barreras y ofrecer experiencias visuales únicas, manteniendo siempre un equilibrio entre forma y función.
Minimalismo visual con personalidad
El minimalismo sigue siendo una de las tendencias más fuertes en el diseño UX, pero para 2025, este enfoque evoluciona hacia un minimalismo que no solo prioriza la claridad, sino que también refleja la identidad de la marca.
En lugar de interfaces genéricas, el minimalismo ahora se combina con detalles cuidadosamente seleccionados que aportan carácter y distinción. Esto puede incluir tipografías personalizadas, paletas de colores únicas o ilustraciones exclusivas, que permiten destacar sin perder la esencia de la simplicidad.
Al mantener solo los elementos esenciales y destacarlos con un toque de personalidad, las marcas logran interfaces limpias, funcionales y memorables, diseñadas para ser tanto visualmente atractivas como intuitivas en su uso.
Estilo bento
El estilo bento, inspirado en la presentación organizada y compacta de las cajas bento japonesas, está ganando popularidad en el diseño UX. Este enfoque organiza la información y las opciones en módulos o bloques claros, logrando un equilibrio visual que facilita la navegación y mejora la experiencia del usuario.
Cada bloque representa una acción, categoría o contenido específico, permitiendo al usuario comprender rápidamente las opciones disponibles sin sentirse abrumado.
Además, el estilo bento fomenta la claridad en la jerarquía visual, ayudando a los usuarios a enfocarse en lo que realmente importa. Es una tendencia que combina funcionalidad, estética y una experiencia de usuario más estructurada y eficiente.
Tipografía experimental y brutalismo
La tipografía experimental y el brutalismo están marcando una tendencia audaz en el diseño UX en 2025. Estos enfoques desafían las convenciones tradicionales, utilizando fuentes inusuales, formatos disruptivos y composiciones inesperadas para captar la atención del usuario. En lugar de priorizar una estética completamente limpia y minimalista, esta tendencia se centra en transmitir carácter, originalidad y un sentido de identidad distintivo.
El brutalismo, por su parte, adopta un estilo más crudo y sin adornos, con tipografías que parecen gritar por atención. A menudo, este enfoque se combina con colores llamativos, bloques de texto grandes y diseños asimétricos para crear una experiencia que es tan impactante como memorable. Aunque no es apto para todos los proyectos, funciona especialmente bien en sitios web de arte, moda y marcas que buscan romper moldes.
Desplazamiento parallax scrolling
El desplazamiento de parallax continúa siendo una tendencia destacada en diseño UX para 2025, ofreciendo una experiencia visual inmersiva y dinámica. Esta técnica crea una sensación de profundidad y movimiento al hacer que los elementos del fondo se desplacen a una velocidad diferente a la de los elementos en primer plano mientras el usuario navega por la página.
Utilizado estratégicamente, el parallax scrolling puede mejorar la narrativa visual de un sitio, guiando la atención del usuario a través del contenido de manera fluida.
Sin embargo, su implementación debe ser cuidadosa, priorizando siempre el rendimiento y la accesibilidad para no comprometer la experiencia en dispositivos con recursos limitados o conexiones lentas.
Texto simple y directo
En 2025, la tendencia hacia un texto claro y directo cobra aún más relevancia en el diseño UI. La simplicidad en el lenguaje mejora la comprensión, y agiliza la interacción, ayudando a los usuarios a procesar información rápidamente.
Optar por mensajes breves, precisos y adaptados al contexto evita distracciones y reduce la carga cognitiva. Esta práctica es especialmente efectiva en interfaces móviles y aplicaciones, donde el espacio es limitado y la atención del usuario es breve. Un diseño textual enfocado en lo esencial refuerza la conexión con los usuarios y potencia la usabilidad general del producto.
Estilo glassmorfismo
El glassmorfismo continúa siendo una tendencia en 2025, destacándose por su estética elegante y contemporánea. Este estilo, caracterizado por efectos de transparencia, desenfoque y bordes sutiles, aporta profundidad visual y una sensación de ligereza a las interfaces. Usado estratégicamente, el glassmorfismo puede mejorar la jerarquía visual, destacando elementos clave mientras mantiene una experiencia limpia y atractiva. Su integración en diseños modernos requiere equilibrio, evitando un uso excesivo que podría comprometer la claridad o el rendimiento en dispositivos menos potentes.
El morfismo
El morfismo, una técnica que resalta los elementos interactivos mediante efectos de relieve o depresión, sigue ganando popularidad en el diseño UI. Este estilo se utiliza para dar una apariencia táctil a los componentes, como botones, tarjetas o iconos, simulando texturas físicas en entornos digitales. Su objetivo es crear una sensación de interacción más intuitiva y realista, mejorando la percepción de los usuarios sobre qué elementos son clicables o funcionales.
Sin embargo, el éxito de este enfoque radica en equilibrar su aplicación para no saturar la interfaz, garantizando un diseño visualmente atractivo y funcional al mismo tiempo.
Microinteracciones más avanzadas
Las microinteracciones están evolucionando para ofrecer experiencias más inmersivas y detalladas en el diseño UI. Estos pequeños movimientos o respuestas visuales, como un botón que cambia suavemente de color al ser presionado o un indicador de carga animado, no solo añaden dinamismo, sino que también guían al usuario de manera intuitiva.
En 2025, se espera que estas microinteracciones sean aún más personalizadas y contextuales, adaptándose al comportamiento del usuario para reforzar la comunicación y facilitar la navegación sin distraer. Una implementación bien pensada contribuye a que las interfaces sean más amigables y funcionales.
Animaciones 3D
Las animaciones 3D están ganando terreno como una forma de enriquecer las experiencias digitales, aportando profundidad y dinamismo a las interfaces. Estas animaciones permiten mostrar productos de manera interactiva, crear transiciones fluidas o captar la atención del usuario con movimientos sorprendentes.
En 2025, se espera que las animaciones 3D sean más ligeras y accesibles, optimizadas para un rendimiento fluido en dispositivos móviles y navegadores. Su uso estratégico puede transformar un diseño convencional en una experiencia memorable, siempre cuidando que no afecten la velocidad de carga ni la usabilidad general.
El diseño UX/UI evoluciona constantemente, adaptándose a las necesidades de los usuarios y a las capacidades tecnológicas. Las tendencias para 2025 reflejan un equilibrio entre funcionalidad y estética, combinando minimalismo visual, interacciones más dinámicas y un enfoque en la personalización.
A medida que avanzamos hacia un futuro digital más sofisticado, la clave será integrar estos elementos de manera que refuercen la experiencia del usuario, manteniendo la accesibilidad, la sostenibilidad y la creatividad.
Foto de portada de Mohammad Ali en Unsplash.