El compromiso docente en Catalunya: de la clase a la calle

Recibe el boletín – Cada semana, te enviamos las novedades de las aulas y alrededores en nuestro boletín sobre Educación Hoy rescatamos una historia quizá un poco más pequeña de lo habitual, al menos en cuanto a su dimensión. Pero siempre reconforta contar estas iniciativas, poner en valor a la gente que se preocupa por otra gente y, desinteresadamente, hace por ayudar a quien lo necesita, incluso poniendo el cuerpo por delante si es necesario. Mi compañero Pau Rodríguez nos contó la semana pasada cómo un grupo de profesores de Barcelona que se ha cansado de ver cómo algunos de sus alumnos son desahuciados de sus hogares han decidido hacer algo al respecto. Docentes 080 por una vivienda digna es el primer colectivo de docentes que se junta para luchar contra los deshucios, pero no el único. Coincidiendo en el tiempo se han creado otros en Lleida, Tarragona, Baix Llobregat, Maresme, Baix Montseny o el Bages, siempre en Catalunya. “Hemos decidido dejar de ser maestros que contemplamos esta dura realidad como algo individual que hay que acompañar, porque está afectando gravemente al derecho a la educación”, explicaba un maestro de Infantil al inicio de la primera asamblea del colectivo, un acto que reunió la semana pasada a más de un centenar de docentes. “Igual que un médico no puede operar sin anestesia, nosotros no podemos seguir haciendo nuestro trabajo si los alumnos no tienen asegurados unos mínimos, como un sitio donde vivir o una comida”. Los maestros saben bien las consecuencias de no tener un hogar decente. Largos desplazamientos desde pensiones y albergues que quitan horas de sueño a los pequeños o la posibilidad de hacer extraescolares. O el absentismo. “Tenemos casos de chicos que no vienen al instituto y con el tiempo ves que es porque están en un hostal y están mal”, contaba Nahuel Quimasó, del instituto barcelonés Consell de Cent. Conocen casos de todos los colores. Los docentes se han puesto dos objetivos. El primero, poder mapear o conseguir datos de todos los desahucios que afectan a menores en edad escolar. El segundo es extender estos protocolos en todos los claustros para detectar situaciones de emergencia habitacional y para hacer llegar a las familias que el centro es un “espacio seguro” en estos casos. Recuperar esa vieja idea de que la escuela es más que un sitio al que los niños van cada día y el maestro es más que el señor que está sobre la tarima y suelta rollos de 9 a 14. Os dejo aquí la historia entera. Quizá un pelo forzado, pero esta historia me permite enlazar con la entrevista que le hice a Gustavo González-Calvo, que ahora es profesor en la Universidad de Valladolid, pero antes lo fue en primaria y secundaria. Gustavo ha escrito un artículo en el que reflexiona sobre la deriva neoliberal que está sufriendo el sistema educativo y cómo se han perdido esas relaciones significativas entre profesor y alumno. Gustavo habla de la educación como bien de consumo, de una burocratización que se come horas y horas, de más exigencias y menos medios, de profesores desanimados y que se quieren jubilar en cuanto puedan y de muchas otras cosas del estilo que se han implantado en los últimos años en el sistema. Esta semana hemos hablado de... Un informe de la Fiscalía apunta a varios departamentos y diversas personas de Educación en el escándalo de la FP El caso de la FP en Madrid apunta hacia arriba. Nuevo capítulo en el (enrevesado) caso de los contratos de FP en Madrid. Ya sabéis que la justicia investiga presuntas corrupciones varias en la gestión de obras en los últimos años en centros de FP en Madrid. El Gobierno de Ayuso siempre ha tratado de señalar a una sola persona, Alfonso Mateos, subdirector en la consejería de Educación, como responsable. Este lunes os estamos contando que esto de trocear contratos se

Feb 4, 2025 - 15:06
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El compromiso docente en Catalunya: de la clase a la calle

El compromiso docente en Catalunya: de la clase a la calle

Recibe el boletín – Cada semana, te enviamos las novedades de las aulas y alrededores en nuestro boletín sobre Educación

Hoy rescatamos una historia quizá un poco más pequeña de lo habitual, al menos en cuanto a su dimensión. Pero siempre reconforta contar estas iniciativas, poner en valor a la gente que se preocupa por otra gente y, desinteresadamente, hace por ayudar a quien lo necesita, incluso poniendo el cuerpo por delante si es necesario.

Mi compañero Pau Rodríguez nos contó la semana pasada cómo un grupo de profesores de Barcelona que se ha cansado de ver cómo algunos de sus alumnos son desahuciados de sus hogares han decidido hacer algo al respecto.

Docentes 080 por una vivienda digna es el primer colectivo de docentes que se junta para luchar contra los deshucios, pero no el único. Coincidiendo en el tiempo se han creado otros en Lleida, Tarragona, Baix Llobregat, Maresme, Baix Montseny o el Bages, siempre en Catalunya.

“Hemos decidido dejar de ser maestros que contemplamos esta dura realidad como algo individual que hay que acompañar, porque está afectando gravemente al derecho a la educación”, explicaba un maestro de Infantil al inicio de la primera asamblea del colectivo, un acto que reunió la semana pasada a más de un centenar de docentes.

“Igual que un médico no puede operar sin anestesia, nosotros no podemos seguir haciendo nuestro trabajo si los alumnos no tienen asegurados unos mínimos, como un sitio donde vivir o una comida”. Los maestros saben bien las consecuencias de no tener un hogar decente.

Largos desplazamientos desde pensiones y albergues que quitan horas de sueño a los pequeños o la posibilidad de hacer extraescolares. O el absentismo. “Tenemos casos de chicos que no vienen al instituto y con el tiempo ves que es porque están en un hostal y están mal”, contaba Nahuel Quimasó, del instituto barcelonés Consell de Cent. Conocen casos de todos los colores.

Los docentes se han puesto dos objetivos. El primero, poder mapear o conseguir datos de todos los desahucios que afectan a menores en edad escolar. El segundo es extender estos protocolos en todos los claustros para detectar situaciones de emergencia habitacional y para hacer llegar a las familias que el centro es un “espacio seguro” en estos casos.

Recuperar esa vieja idea de que la escuela es más que un sitio al que los niños van cada día y el maestro es más que el señor que está sobre la tarima y suelta rollos de 9 a 14. Os dejo aquí la historia entera.

Quizá un pelo forzado, pero esta historia me permite enlazar con la entrevista que le hice a Gustavo González-Calvo, que ahora es profesor en la Universidad de Valladolid, pero antes lo fue en primaria y secundaria. Gustavo ha escrito un artículo en el que reflexiona sobre la deriva neoliberal que está sufriendo el sistema educativo y cómo se han perdido esas relaciones significativas entre profesor y alumno.

Gustavo habla de la educación como bien de consumo, de una burocratización que se come horas y horas, de más exigencias y menos medios, de profesores desanimados y que se quieren jubilar en cuanto puedan y de muchas otras cosas del estilo que se han implantado en los últimos años en el sistema.

Esta semana hemos hablado de...

Un informe de la Fiscalía apunta a varios departamentos y diversas personas de Educación en el escándalo de la FP
  • El caso de la FP en Madrid apunta hacia arriba. Nuevo capítulo en el (enrevesado) caso de los contratos de FP en Madrid. Ya sabéis que la justicia investiga presuntas corrupciones varias en la gestión de obras en los últimos años en centros de FP en Madrid. El Gobierno de Ayuso siempre ha tratado de señalar a una sola persona, Alfonso Mateos, subdirector en la consejería de Educación, como responsable. Este lunes os estamos contando que esto de trocear contratos se hacía ya antes de su llegada, y apunta que los ideólogos están más arriba
  • El abandono temprano está en mínimos históricos. Hablamos de personas que dejaron de estudiar a los 16, el mínimo obligatorio, y, aunque suena a buena noticia, hay un montón de matices que rebajan el hito. Por un lado el mínimo histórico es un 13%, que prácticamente duplica los estándares europeos. Otra consideración es que la mejora se ha parado en los últimos años. Mejoramos, pero porque era difícil empeorar y lo hacemos muy despacio.
  • Los interinos en Andalucía, contra las oposiciones. La Junta quiere convocar casi 8.000 plazas de profesor (desde infantil hasta FP) para rebajar la temporalidad, pero se ha encontrado con la oposición de los docentes interinos. Piensa este colectivo –que hasta ha constituido un sindicato propio– que el momento no puede ser peor para hacer una convocatoria de este tipo, porque es un año sin oposiciones a maestro en el resto de comunidades y eso generará un “efecto llamada” que afecta a sus posibilidades de sacar las plazas. Puede sonar raro que un colectivo temporal no quiera que se abran plazas fijas, pero es habitual ante las oposiciones docentes que haya disputas entre los interinos más antiguos, que pese a ser temporales tienen bastante consolidada su posición laboral, y los más nuevos o aspirantes que quieren entrar en el sistema.
  • Menos de la mitad de los estudiantes recomendaría su universidad. Es una de las principales conclusiones de un interesante informe sobre la opinión que tiene el alumnado de sus centros y estudios. Y la universidad no sale muy bien parada: la mayoría de los estudiantes siente poca o ninguna identificación con su centro ni lo que les ofrece, algo transversal a todos los campus pero que se manifiesta con más crudeza en los públicos. Es para darle una vuelta.

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  • Yolanda Díaz plantea escuelas infantiles que abran 24 horas. “¿La gente no trabaja por la noche?”, argumenta la vicepresidenta. Su propuesta ha provocado bastantes críticas por ser considerada una medida neoliberal.
  • Comida procesada y recalentada en los colegios de Gijón. La Federación de Madres y Padres Miguel Virgós ha hecho públicos dos informes elaborados por la Consejería de Salud del Principado y el Programa 16 de Asturias que revelan múltiples irregularidades en el servicio de comedor que la empresa Serunión ofrece a los 32 colegios públicos de Gijón. Comidas precocinadas, recalentadas en los mismos envases de plástico, que se deforman con el calor o falta de control sobre los productos son algunas de las prácticas que recogen esos estudios. Y no es la primera vez que hay quejas en la ciudad con este servicio. 

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