Crítica de Nightbitch: Amy Adams desata su lado más salvaje en una historia de maternidad y locura
Nightbitch llega a Disney+ con una Amy Adams feroz en un thriller surrealista sobre maternidad y locura. Esta noticia ha sido publicada por Cinemascomics.com
La maternidad es una experiencia transformadora, a veces en el sentido más literal. Nightbitch (Canina), dirigida por Marielle Heller y protagonizada por Amy Adams, es una película que explora los extremos físicos y psicológicos de la vida de una madre, fusionando drama, terror y comedia en una historia surrealista basada en la novela de Rachel Yoder. Con una narrativa provocativa y una interpretación electrizante de Adams, esta película ya disponible en Disney+ nos invita a reflexionar sobre los sacrificios y transformaciones que impone la maternidad.
Amy Adams en una de sus interpretaciones más arriesgadas
En Nightbitch, Amy Adams encarna a una madre que, tras abandonar su carrera artística para dedicarse por completo a su hijo, comienza a experimentar una extraña metamorfosis: siente que le crecen colmillos más afilados, su cuerpo parece cubrirse de vello y su instinto salvaje se intensifica. La premisa recuerda a clásicos relatos de terror y transformación como La Metamorfosis de Kafka, pero aquí, la mutación no es sólo una condena, sino también una forma de liberación.
Adams, una de las actrices más versátiles de su generación, se sumerge en un personaje que oscila entre la angustia y la euforia. La película la obliga a desplegar un rango emocional impresionante, desde la desesperación de una madre agotada hasta la exultante rebelión de una mujer que recupera su identidad.
Marielle Heller y su visión claustrofóbica de la maternidad
Heller, conocida por Can You Ever Forgive Me? y The Diary of a Teenage Girl, ofrece una dirección meticulosa que enfatiza la repetición y el aislamiento de la protagonista. La película transmite la monotonía de la rutina materna con escenas recurrentes de desayunos, cuentos antes de dormir y silencios abrumadores en casa. Esta atmósfera contribuye a la sensación de encierro que vive el personaje principal y hace que su transformación en Nightbitch sea a la vez terrorífica y liberadora.
El uso de la narración en off, adaptada del estilo de flujo de conciencia de la novela original, es un acierto. Nos permite conocer los pensamientos más oscuros y sarcásticos de la protagonista, creando una disonancia entre lo que dice en voz alta y lo que realmente siente. Esta dualidad se traduce en momentos de comedia oscura que refuerzan la temática de la película.
Un simbolismo que roza lo surrealista
La historia toma un giro surrealista cuando la madre empieza a experimentar cambios físicos que la acercan al reino animal. El cine de terror corporal se hace presente cuando la protagonista se perfora un quiste en la espalda y de él emerge lo que parece ser el inicio de una cola. La mezcla de repulsión y fascinación de la escena marca un punto de inflexión en la narrativa, introduciendo el elemento sobrenatural que guiará el resto de la trama.
A diferencia de muchas historias de transformación, Nightbitch no presenta el cambio de la protagonista como un castigo, sino como una forma de recuperar su poder. La película juega con la idea de que la maternidad es una fuerza salvaje e indomable, algo que la sociedad intenta domesticar pero que nunca podrá controlar por completo. La protagonista no está perdiendo la cabeza: está despertando a su verdadera naturaleza.
Scoot McNairy y el papel del esposo ausente
Uno de los aspectos más críticos de la película es la representación del esposo, interpretado por Scoot McNairy. Su personaje es un arquetipo clásico: el marido bienintencionado pero emocionalmente distante, que no logra comprender el sufrimiento de su esposa. Aunque McNairy ofrece una actuación convincente, su personaje queda relegado a un papel funcional en la historia, sirviendo más como un obstáculo que como una presencia real en la vida de la protagonista.
Un final que divide opiniones
El clímax de Nightbitch es tan intrigante como ambiguo. Para algunos espectadores, representa una catarsis merecida para el personaje de Adams; para otros, puede sentirse como un cierre demasiado complaciente que no explora a fondo las consecuencias de su transformación. Heller evita llevar la película a los extremos del terror corporal o la comedia negra más ácida, optando en cambio por una resolución que deja espacio para la interpretación.
En comparación con la novela, la película suaviza ciertos elementos más brutales y oscuros, lo que puede hacer que el mensaje final se sienta más accesible pero también menos impactante. Sin embargo, sigue siendo una reflexión valiosa sobre los sacrificios que implica la maternidad y la necesidad de reclamar la propia identidad.
En definitiva Nightbitch es una película que no dejará indiferente a nadie. Con una propuesta que mezcla lo onírico con lo visceral, Marielle Heller y Amy Adams construyen un relato que desafía los convencionalismos del cine sobre la maternidad. A pesar de algunos momentos en los que la película parece contenerse demasiado, su impacto emocional es innegable.
Adams brilla con una de las actuaciones más arriesgadas de su carrera, llevando a la audiencia en un viaje que es a la vez inquietante y liberador. Nightbitch no es una película de terror en el sentido tradicional, pero su mensaje sobre la maternidad, la soledad y la metamorfosis personal es lo suficientemente poderoso como para dejar una huella duradera.
Disponible en Disney+, esta es una película que merece ser vista, debatida y, sobre todo, sentida en cada uno de sus salvajes rugidos. ¡No te la pierdas!
Esta noticia ha sido publicada por Cinemascomics.com