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Cánticos contra la directiva y pitos para los jugadores en el arranque del Betis - Alavés
El Betis recibía al Alavés en el Villamarín para arrancar la segunda vuelta liguera y su afición no pasó por alto la mala imagen del equipo en sus últimos partidos, cayendo ante el colista Valladolid (1-0) y eliminado en la Copa con un pésimo desempeño ante el FC Barcelona (5-1). Los objetivos de la temporada se tambalean y la grada se ha pronunciado este sábado. Justo cuando salían los equipos al terreno de juego, el Villamarín desplegó sus críticas por medio de diferentes cánticos que se pudieron escuchar con nitidez contra los rectores verdiblancos. «Directiva dimisión» y «Haro salta al campo y mete un gol», fueron algunas de las quejas que sonaron sobre todo desde la zona de Gol Sur. Tampoco se libraron de las críticas los futbolistas, objeto de los pitos del respetable en esos prolegómenos del choque ante el Alavés en el Benito Villamarín. «Estamos hasta los h.....», fue el cántico que más retumbó en un Villamarín que, en cambio, no se dirigió en ningún momento hacia su entrenador, Manuel Pellegrini.
El Betis recibía al Alavés en el Villamarín para arrancar la segunda vuelta liguera y su afición no pasó por alto la mala imagen del equipo en sus últimos partidos, cayendo ante el colista Valladolid (1-0) y eliminado en la Copa con un pésimo desempeño ante el FC Barcelona (5-1). Los objetivos de la temporada se tambalean y la grada se ha pronunciado este sábado. Justo cuando salían los equipos al terreno de juego, el Villamarín desplegó sus críticas por medio de diferentes cánticos que se pudieron escuchar con nitidez contra los rectores verdiblancos. «Directiva dimisión» y «Haro salta al campo y mete un gol», fueron algunas de las quejas que sonaron sobre todo desde la zona de Gol Sur. Tampoco se libraron de las críticas los futbolistas, objeto de los pitos del respetable en esos prolegómenos del choque ante el Alavés en el Benito Villamarín. «Estamos hasta los h.....», fue el cántico que más retumbó en un Villamarín que, en cambio, no se dirigió en ningún momento hacia su entrenador, Manuel Pellegrini.
