Trump abre otro frente: qué hay detrás de la disputa con Sudáfrica por una ley
Estados Unidos congeló la ayuda hacia ese país y dijo que dará la “bienvenida” a los granjeros blancos supuestamente sometidos a una campaña de violencia y expropiación de tierras
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WASHINGTON.- Entre los frentes que abrió el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en sus primeras semanas de regreso en la Casa Blanca, uno de los más recientes fue sorpresivo: una disputa con el gobierno de Sudáfrica. Después de criticar una ley de expropiación de tierras que el magnate considera discriminatoria hacia los blancos, decidió congelar la ayuda que enviaba a esa nación y luego se mostró abierto a recibir en Estados Unidos a los “granjeros sudafricanos perseguidos” por el gobierno sudafricano.
“Los granjeros sudafricanos perseguidos y otras víctimas inocentes que son apuntadas únicamente por su raza y que elijan reasentarse en Estados Unidos serán bienvenidos”, dijo la vocera del Departamento de Estado, Tammy Bruce, en su cuenta de la red social X.
Trump había firmado un decreto el viernes que cortaba toda la ayuda a Sudáfrica, como corolario de una encendida disputa desde la semana pasada con el gobierno sudafricano de Cyril Ramaphosa, y en la que intervino Elon Musk, estrecho asesor de Trump y nacido en Sudáfrica.
La administración Trump afirma que una ley de expropiación de tierras recién aprobada en Sudáfrica es “descaradamente” discriminatoria contra los afrikáners, como se conocen a los descendientes de holandeses y otros europeos. Según la acusación, el gobierno sudafricano estaba permitiendo incluso ataques violentos contra las comunidades agrícolas blancas.
Washington también acusó a Sudáfrica de apoyar a “malos actores” en el mundo, entre ellos el grupo terrorista palestino Hamas, Rusia e Irán. En esta acusación tiene mucho que ver que Sudáfrica promovió una causa en la Corte Internacional de Justicia (CIJ) contra Israel por “genocidio” en la guerra de Gaza.
Esta semana, además, el secretario de Estado, Marco Rubio, anunció que no irá a la reunión de los ministros de Relaciones Exterior del G-20 prevista para fin de mes en Johannesburgo. Dijo que el grupo mantiene una agenda “antiestadounidense” y agregó que “Sudáfrica está haciendo cosas muy malas”.
La distribución de la tierra en Sudáfrica ha sido una cuestión complicada, con connotaciones raciales, durante más de 30 años, desde el final del sistema de apartheid de gobierno de la minoría blanca en 1994.
Margen de maniobra
La nueva Ley de Expropiación otorga al gobierno margen para expropiar tierras a particulares, en casos de interés público y bajo ciertas condiciones. Trump se refirió a ella el domingo pasado, cuando anunció por primera vez su intención de detener la financiación a Sudáfrica.
Trump dijo que el gobierno sudafricano estaba haciendo “cosas terribles” y afirmó que se estaban confiscando tierras a “ciertas clases”. La declaración no era cierta, e incluso los grupos sudafricanos que impugnan la ley afirman que no se ha confiscado ninguna tierra. El gobierno sudafricano dice que los derechos de propiedad privada están protegidos y que la descripción de Trump de la ley incluye desinformación y “distorsiones”.
“South Africa belongs to all the people who live in it, not Donald Trump.”