Sánchez se cansó de Pallete en Telefónica tras dos desplantes el último año
Se negó a una fusión Un problema político Mala posición de Pallete Desembarco en Indra Estrategias mediáticas José María Álvarez-Pallete (Foto:...
- Se negó a una fusión
- Un problema político
- Mala posición de Pallete
- Desembarco en Indra
- Estrategias mediáticas
Pedro Sánchez se cansó de José María Álvarez-Pallete como presidente de Telefónica. En una maniobra diseñada desde La Moncloa, haciendo valer la posición de control de la SEPI en la multinacional, el presidente del Gobierno forzó su dimisión con el apoyo de La Caixa. En el Gobierno destacan dos desplantes en el último año que el líder del PSOE no ha perdonado.
La salida de Pallete y el ascenso de Marc Murtra en Telefónica es uno de los movimientos empresariales más relevantes de los últimos años, situando a la primera teleco del país en el centro de las estrategias gubernamentales y mediáticas de cara a los próximos meses.
El Gobierno controla el 10% de Telefónica a través de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), pero sin el apoyo de Isidro Fainé (La Caixa cuenta con otro 10%) y del grupo saudí STC (otro tanto) no habría podido imponer un cambio de presidente.
En una exhibición de poder sin precedentes, Sánchez logró el relevo de Pallete por un ejecutivo catalán de su confianza, Marc Murtra, en apenas 48 horas. Además de asegurarse el apoyo de Fainé, Moncloa se garantizó también el respaldo saudí, que necesita una buena relación con el Ejecutivo para poder obtener los permisos que le permitan entrar en el consejo de la operadora.
Se negó a una fusión
Moncloa ha venido trasladando desde hace meses a Álvarez-Pallete su inquietud por la baja rentabilidad del negocio de telecomunicaciones en Europa, y por la necesidad de que la principal teleco española se embarcase en una operación corporativa (fusión) para incrementarlo.
El equipo económico de Pedro Sánchez ha justificado esta necesidad en los bajos niveles de cotización de todo el sector de telecomunicaciones en Europa, que ha dado origen a operaciones como la compra del 14,6% de la británica Vodafone por Etisalat, la operadora de Abu Dabi; y el aumento de participación del magnate Patrick Drahi en British Telecom hasta el 24,5%.
Alertó de que, en este contexto, Telefónica tampoco estaba a salvo de la entrada en su capital de un accionista de ese tipo.
Un problema político
Insistieron en que la operación corporativa la blindaría frente a posibles inversores no deseados. Sin embargo, la demanda fue desatendida por el primer ejecutivo de Telefónica, confirman en el Gobierno.
El temor a la llegada de un inversor inesperado se confirmó, en septiembre de 2023, con la compra del 9,99% de la operadora por STC (Saudi Telecom).
Ese episodio provocó que Sánchez sentenciara a Pallete, a la vista también del problema político que le creó con esa operación, especialmente con sus socios de Gobierno, que estalló en medio de las negociaciones del líder del PSOE para mantenerse al frente del Gobierno.
Mala posición de Pallete
A partir de entonces, la entrada del Estado en Telefónica comenzó a dejar en mala posición a José María Álvarez-Pallete, al plantear dudas sobre su gestión, además de causar inquietud entre los consejeros. Los mercados recibieron el anuncio de la renacionalización parcial de la empresa con una subida de las acciones superior al 1,5%.
Ante ese escenario, según ha podido confirmar Confidencial Digital por altos cargos de la compañía de telecomunicaciones, el entonces presidente de Telefónica telefoneó a Pedro Sánchez, tras conocerse la intención de la SEPI de desembarcar en la multinacional, para mostrarle su enfado por la filtración a la prensa de estas maniobras a espaldas de la empresa.
El propio Pallete exigió por teléfono a Sánchez, no sin cierto enfado, que la SEPI comunicara sus movimientos al mercado, según las mismas fuentes.
Hay que recordar que horas antes ya se había especulado en los medios con la posible entrada del Estado en Telefónica y el Gobierno había evitado pronunciarse al respecto. “No vamos a comentar cada una de las informaciones que se publican sobre estas operaciones, por la prudencia que exige esa relevancia estratégica de la misma”, subrayó la entonces portavoz del Ejecutivo, Isabel Rodríguez, durante la comparecencia tras el Consejo de Ministros.
Desembarco en Indra
Por si fuera poco, Álvarez-Pallete rechazó también una operación, auspiciada por Moncloa, que abriera la puerta a la entrada de Telefónica en Indra, con objeto de fortalecer así a dos de las empresas tecnológicas más importantes del país.
El rechazo a esa operación sugerida desde el Gobierno fue ‘vendido’ internamente por Pallete como una victoria: presumió de que, después de casi una década al frente de la compañía, tras la salida de César Alierta, había logrado imponer sus criterios económicos frente a las presiones políticas.
Estrategias mediáticas
Ahora, tal y cómo se contó en ECD el sábado, fuentes cercanas al Gobierno señalan que la designación de Marc Murtra como presidente de Telefónica responde a la necesidad de controlar estratégicamente la operadora de telecomunicaciones.
A ese respecto, el plan es consolidar Telefónica como un pilar fundamental en las políticas mediáticas de Moncloa, aprovechando su posición preponderante en el sector y su extensa red de acuerdos publicitarios con medios de comunicación, en los que también participa activamente La Caixa.
Para el Ejecutivo, contar con el respaldo de una compañía tan influyente en el panorama español, no solo contribuye a fortalecer su mensaje a nivel nacional, sino que le permite articular campañas y proyectos de comunicación en momentos críticos.