CEOE enfría las amenazas de nuevos aranceles de Trump: «Hay que fijarse en los hechos, no en las declaraciones»

«España es una nación BRICS y pueden caerle aranceles del 100%». No habían pasado más que unas horas desde la ceremonia de investidura de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos y una confusa respuesta a una pregunta del corresponsal de ABC en Washington abrió el primer frente de alarma en la relación de la nueva Administración estadounidense con España. Con la incertidumbre no resuelta de discernir si se trataba de un desliz, de una advertencia en tono irónico o de una amenaza en toda regla, Trump incluyó a España en el listado de países diana en los que su Administración parece haber puesto el punto de mira para equilibrar la relación comercial bilateral y defender su industria doméstica a golpe de aranceles. Al otro lado del océano, la presidenta de CEOE Internacional, Marta Blanco, atempera la amenaza de nuevos aranceles formulada el martes por Donald Trump. «Hay que fijarse más en los hechos que en las declaraciones», asegura en conversación con ABC. Y lo argumenta. El área de relaciones internacionales de la principal organización empresarial del país ha analizado las más de un centenar de órdenes ejecutivas rubricadas con luz y taquígrafos por Donald Trump en sus primeras horas de mandato y en ninguna de ellas figura la imposición de nuevos aranceles comerciales. «¿Qué se dice en estas órdenes ejecutivas?», ilustra Marta Blanco. «Que el Departamento de Comercio de Estados Unidos va a evaluar las causas del déficit comercial estadounidense con aquellos países y áreas económicas con las que existe, que va a estudiar las implicaciones económicas que tiene y que va a recomendar la adopción de medidas correctivas, es decir, el análisis que podría hacer cualquier país», explica. CEOE rechaza, sin embargo, que haya que restarle importancia a las declaraciones de Trump y de hecho avanza que harán un seguimiento de las medidas concretas que se vayan aprobando en los próximos meses, pero entienden que «hay una realidad empresarial que se impone» y es la de las muy relevantes relaciones comerciales entre los dos países. El stock de inversiones estadounidenses en España supera los 100.000 millones de euros y el de las empresas españolas en Estados Unidos supera los 80.000 millones de euros, con 800 filiales de compañías españoles con presencia en Estados Unidos «generando actividad económica y miles de puestos de trabajo». Los precedentes dicen que a la Administración Trump no le ha temblado el pulso cuando ha entendido que había que proteger a un sector doméstico en perjuicio de las importaciones. En 2018 estableció un arancel del 35% a la importación de aceituna negra al entender que las subvenciones europeas al campo ponían a la producción española en una posición competitiva favorable respecto a los productores locales, en una maniobra que ha acabado en la Organización Mundial del Comercio. «También ocurrió con el acero y el aluminio y con las penalizaciones a diferentes productos agroalimentarios por el conflicto Airbus-Boeing, que luego han sido suspendidas. Son incidentes comerciales, pero esperamos que eso no derive en una guerra comercial», señala Marta Blanco.

Jan 22, 2025 - 20:13
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CEOE enfría las amenazas de nuevos aranceles de Trump: «Hay que fijarse en los hechos, no en las declaraciones»
«España es una nación BRICS y pueden caerle aranceles del 100%». No habían pasado más que unas horas desde la ceremonia de investidura de Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos y una confusa respuesta a una pregunta del corresponsal de ABC en Washington abrió el primer frente de alarma en la relación de la nueva Administración estadounidense con España. Con la incertidumbre no resuelta de discernir si se trataba de un desliz, de una advertencia en tono irónico o de una amenaza en toda regla, Trump incluyó a España en el listado de países diana en los que su Administración parece haber puesto el punto de mira para equilibrar la relación comercial bilateral y defender su industria doméstica a golpe de aranceles. Al otro lado del océano, la presidenta de CEOE Internacional, Marta Blanco, atempera la amenaza de nuevos aranceles formulada el martes por Donald Trump. «Hay que fijarse más en los hechos que en las declaraciones», asegura en conversación con ABC. Y lo argumenta. El área de relaciones internacionales de la principal organización empresarial del país ha analizado las más de un centenar de órdenes ejecutivas rubricadas con luz y taquígrafos por Donald Trump en sus primeras horas de mandato y en ninguna de ellas figura la imposición de nuevos aranceles comerciales. «¿Qué se dice en estas órdenes ejecutivas?», ilustra Marta Blanco. «Que el Departamento de Comercio de Estados Unidos va a evaluar las causas del déficit comercial estadounidense con aquellos países y áreas económicas con las que existe, que va a estudiar las implicaciones económicas que tiene y que va a recomendar la adopción de medidas correctivas, es decir, el análisis que podría hacer cualquier país», explica. CEOE rechaza, sin embargo, que haya que restarle importancia a las declaraciones de Trump y de hecho avanza que harán un seguimiento de las medidas concretas que se vayan aprobando en los próximos meses, pero entienden que «hay una realidad empresarial que se impone» y es la de las muy relevantes relaciones comerciales entre los dos países. El stock de inversiones estadounidenses en España supera los 100.000 millones de euros y el de las empresas españolas en Estados Unidos supera los 80.000 millones de euros, con 800 filiales de compañías españoles con presencia en Estados Unidos «generando actividad económica y miles de puestos de trabajo». Los precedentes dicen que a la Administración Trump no le ha temblado el pulso cuando ha entendido que había que proteger a un sector doméstico en perjuicio de las importaciones. En 2018 estableció un arancel del 35% a la importación de aceituna negra al entender que las subvenciones europeas al campo ponían a la producción española en una posición competitiva favorable respecto a los productores locales, en una maniobra que ha acabado en la Organización Mundial del Comercio. «También ocurrió con el acero y el aluminio y con las penalizaciones a diferentes productos agroalimentarios por el conflicto Airbus-Boeing, que luego han sido suspendidas. Son incidentes comerciales, pero esperamos que eso no derive en una guerra comercial», señala Marta Blanco.

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